El gabinete del gobierno de Israel enfocado en la lucha contra el coronavirus decidió este lunes aprobar una medida restrictiva que revela el ímpetu que la epidemia de COVID-19 ha tomado de nuevo en el país: toques de queda nocturnos.

El toque de queda comenzará a aplicarse en lo que resta del mes de diciembre a partir de este miércoles, a casi dos meses de que Israel comenzó un proceso de reapertura económica luego de un segundo confinamiento nacional por COVID-19.

El comienzo del toque de queda llegará exactamente un día antes de que comience la festividad judía de Janucá, sobre la que se ha especulado por semanas qué haría el gobierno en vista de ser una época tradicional de congregaciones.

Los detalles sobre las horas y restricciones que implicarán los toques de queda restan aún por definirse mañana por los ministros del gobierno de Israel luego de una discusión.

Israel impuso un toque de queda nocturno en localidades con muchos contagios a inicios de septiembre pasado, cuando la segunda ola de COVID-19 comenzó a tomar un fuerte impulso. Días después, ante la aceleración de los contagios, el gobierno decidió tomar el paso más riguroso, un confinamiento nacional, con el que se logró controlar la epidemia en un mes.

Según el Canal 12 israelí, citando las discusiones a nivel gubernamental que se llevaron a cabo, el nuevo toque de queda podría comenzar a partir de las 6 o 7 p. m. de cada día y concluir hasta las 5 o 6 a. m. del día subsecuente.

Los toques de queda podrían extenderse, de acuerdo con la cadena televisiva, hasta el 2 de enero de 2021, con el objetivo de abarcar las festividades de Navidad y de Año Nuevo, que también generan preocupación a nivel mundial.

Se estima que el toque de queda podría también llevar consigo una restricción de distancia al movimiento de los ciudadanos israelíes desde su domicilio, aunque esto no está definido aún.

En lo que respecta al transporte público podría reducirse en un 50 por ciento de su actividad como parte de este toque de queda.

Para el cumplimiento del toque de queda, podrían establecerse de nuevo los puestos de control de la Policía, además de facultárseles para imponer multas a los infractores.

Sin embargo, según reportó el sitio Ynet, la jefa de servicios de Salud Pública del Ministerio de Salud, Sharon Alroy-Preis, y el comisionado del gobierno para COVID-19, Najman Ash, considerarían inútiles los toque de queda nocturnos.

Según recogió el Canal 13 israelí, el Consejo de Seguridad Nacional sugiere que si para el 20 de diciembre los aumentos diarios de contagios se elevan a más de 3,500, se deberían de tomar restricciones más duras, como un cierre de comercios.

Y si el número de casos diarios llegase a más de 4,500 para el 2 de enero, no habría de otra más que imponer un tercer confinamiento nacional.

Para este lunes, al menos 1,511 nuevos casos de coronavirus se registraron en Israel, según su Ministerio de Salud, en línea con la tendencia de aumento en los contagios que se ha registrado desde finales de noviembre.

Suman 346,797 casos acumulados y 3,924 muertes por COVID-19, mientras que los contagios activos se han elevado a 13,685, de los que 12,935 están aislados en su domicilio y 189 en hoteles, en tanto que 561 están hospitalizados.

Un total de 332 pacientes se encuentran graves, de los que 115 están en condición crítica y 89 están intubados a ventilación mecánica.

Según la dependencia gubernamental, un total de 42,901 pruebas de detección de coronavirus se realizaron a lo largo del domingo, arrojando una tasa de positividad de 3.2 por ciento.

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