Enlace Judío México e Israel – Después de 120 años primero Dios, cuando llegues al cielo y estés con Dios, no te va a preguntar: ¿por qué no fuiste tan grande como Moshe Rabenu? O ¿por qué no fuiste una buena hermana cómo Miriam? O ¿por qué no fuiste un tzadik como Yosef? Tampoco te preguntara: ¿por qué no rezaste con tanta concentración como Jana?

Lo que Dios Sí te va a preguntar cuando estés en el cielo con Él es:

¿Fuiste la mejor versión de ti mismo? ¿Llegaste a ser la persona que desde antes que nacieras sabía que podías llegar a ser? ¿Trataste de ser mejor día con día a pesar de tus errores y dificultades? ¿Usaste las habilidades que te di solamente para ti para bien? ¿Sonreíste y diste palabras de aliento a los demás?

Estas son las preguntas que Dios nos hará a cada uno de nosotros; todas ellas están relacionadas a la persona misma. Dios quiere que seas mejor en comparación a quien fuiste ayer, quiere que crezcas y te superes, no que superes al otro.

Vive cada día tomando en cuenta estas preguntas, al final del día no sabemos cuándo nos tocará contestarlas…


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