Enlace Judío – En la ciudad de Tel Aviv esta semana apareció otro incentivo dirigido a los israelíes que aún no se han vacunado contra COVID-19: cervezas.

Con dos tercios de los israelíes elegibles ya vacunados, aunque las autoridades están intensificando sus esfuerzos para persuadir a inocularse a aquellos que todavía dudan hacerlo.

Desde inicios de mes, todos los israelíes mayores de 16 años pueden vacunarse y el país cuenta con el abasto suficiente del biológico de Pfizer-BioNTech para vacunar a toda su población, aunque la campaña de vacunación se ha ralentizado de manera relativa a comparación del impulso que mantuvo en enero.

A principios de esta semana, la ciudad de Tel Aviv ofreció pizzas, hummus y postres de knafe gratis a los residentes que acudieron a que les aplicaran la primera dosis del biológico de Pfizer-BioNTech.

La semana pasada, la ciudad de Bnei Brak, mayoritariamente ultraortodoxa, ofreció una porción de cholent, un platillo que tradicionalmente se sirve en Shabat, a sus residentes que decidieran vacunarse.

Y para el jueves y viernes de esta semana, Tel Aviv estableció una estación de vacunación móvil en un bar local y ofreció una cerveza gratis a cualquiera que se presentara para recibir su primera inyección.

Decenas de residentes, chicos y grandes, se reunieron frente al bar Jenia en la plaza Dizengoff de Tel Aviv, haciendo fila para ser vacunados, sin cita previa, en una camioneta del servicio de emergencias Maguén David Adom, de acuerdo con The Times of Israel.

Muchas de las personas que se presentaron en el bar Jenia el jueves dijeron que habían dudado en vacunarse, pero que habían sido incentivados por el deseo de recibir el “pase verde“: el nuevo certificado, digital o físico, que emitirá el gobierno para dar acceso a sitios y eventos a todos aquellos vacunados con el esquema completo de dos dosis.

Junto a la camioneta de vacunación, los representantes de Maguén David Adom solicitaron a los interesados su identificación y si tenían antecedentes de reacciones alérgicas antes de administrar la inyección.

Posteriormente, los pacientes pudieron elegir entre una botella de cerveza gratis y un pequeño trago de jugo de durazno sin alcohol.

No se les permitió sentarse adentro, ya que los restaurantes y bares en Tel Aviv solo abren para llevar, pero tuvieron que valerse de un banco en la cercana plaza Dizengoff.

Los restaurantes y locales nocturnos en todo Israel han estado cerrados o parcialmente cerrados durante gran parte del tiempo durante el año pasado.

Una encuesta realizada el martes a israelíes que no se han vacunado encontró que el 41 por ciento dijo que teme posibles efectos secundarios, el 30 por ciento no está seguro de que la vacuna sea efectiva, el 27 por ciento se vacunará pronto, el 10 por ciento citó información en las redes sociales y el 4 por ciento dijo que los incentivos son insuficientes.

Aproximadamente el 25 por ciento de las personas que aún no se han vacunado dijeron que no tenían intención de recibir la vacuna.

La primera dosis de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech ya ha sido aplicada a más de cuatro millones 250 mil israelíes, mientras que la segunda a más de dos millones 800 mil, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Israel.

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