Enlace Judío – El pasado lunes la Corte Suprema de Justicia de Israel dictó una resolución histórica. Rompiendo con el monopolio ortodoxo sobre las conversiones en Israel, decidió que la gente que se convierta al judaísmo por medios reformistas o conservadores en el país debe ser reconocida como judía ante la Ley del Retorno y tendrá acceso a la ciudadanía israelí.

Dicha resolución revivió el debate sobre las implicaciones de ser judío ante el Estado de Israel. De inmediato, los partidos políticos ultraortodoxos rechazaron la decisión del tribunal. Mientras tanto, los seculares la celebraron. 

De cara a las elecciones en abril, los argumentos de ambos lados se han intensificado. De parte de la alianza de derecha, que incluye a los partidos ultraortodoxos, las señalizaciones han sido particularmente incendiarias.

Por ejemplo, un anuncio del partido Yahadut Hatorá comparó a los judíos reformistas con perros. El video de un can vistiendo artículos rituales judíos como Kipá, Talit y Tefilín fue acompañado en las redes del partido con la leyenda “cuando la pregunta de quién es un judío es puesta en manos de la Corte Suprema, este es el resultado”.

Ante la comparación, el candidato opositor Yair Lapid respondió “Mi padre me dijo una vez que en el edificio del parlamento en Budapest había un cartel que decía: ‘prohibida la entrada a judíos y perros’. Los antisemitas a lo largo de las generaciones comparados entre judíos y perros, ahora Yahadut Hatorá se ha unido a ellos. Es asqueroso”. Asimismo, la Liga Antidifamación (ADL) calificó el video como “sorprendente y ofensivo”.

Tristemente, no es la primera vez que candidatos israelíes utilizan estereotipos antisemitas para atacar a sus rivales. El año pasado, un anuncio del propio Yair Lapid había representado a los ultraortodoxos como gente que solo quería dinero. 

Respondiendo al anuncio de Yahadut Hatorá, la ADL realizó una declaración manifestando que: “la forma de resolver tales disputas no es a través del odio infundado y la deshumanización de millones de judíos. Es triste ver que el mismo partido que protesta los insultos cuando van dirigidos a los ultraortodoxos se comporte de la misma manera (ante otros judíos). Es hora de darse cuenta de que hay más de una forma de ser judío y que no se puede evitar que millones de judíos elijan la forma en que expresan su judaísmo”.

Y sí, cuando en un mundo en el que viven alrededor de 15 millones de judíos, más de 2 millones se identifican como reformistas o conservadores, es imposible el Estado judío ignore su existencia.

Cuando antisemitas como el terrorista de la sinagoga Tree of Life atacan sitios no ortodoxos, es importante que las víctimas tengan la posibilidad de sentirse protegidos en un país que los acepten tal como son.

Así como es inaceptable descalificar a los ortodoxos, es inadmisible negar el judaísmo reformista, conservador o de otras corrientes. Cuando David Ben-Gurión declaró la independencia de Israel el 14 de mayo de 1948, dijo que iba a ser un Estado para todos los judíos. Nunca se refirió a estándares para practicarlo o corrientes para ser aceptado.

Con la resolución de su Corte Suprema, Israel reafirma su esencia y su propósito como Estado judío. A pesar de que haya reclamaciones o controversias, la decisión es una victoria para la diversidad y la inclusión, piezas clave para el tejido social de cualquier nación.

 


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