Enlace Judío – La Corte Suprema de Justicia de Israel dictaminó hoy que las restricciones impuestas a los ciudadanos que ingresan al país son inconstitucionales y deben anularse a partir de este sábado, informó The Times of Israel.

Los jueces dictaminaron que el actual límite de ingreso de 3,000 ciudadanos por día es una violación desproporcionada de los derechos civiles debido a su radicalismo y argumentaron que las normas no se impusieron en base a datos e información concreta.

“Las limitaciones violan el derecho constitucional básico a entrar y salir de Israel, y otros derechos que constituyen el núcleo del tejido democrático”, destacaron los jueces encabezados por la presidenta de la Corte Suprema Esther Hayut.

“Las restricciones se establecieron sin que el gobierno dispusiera de datos sobre el número de israelíes en el extranjero que desean regresar al país, no se explicó por qué se fijó el límite de 3,000 personas por día y la impresión es que en lugar de dedicar esfuerzos y recursos en hacer cumplir la cuarentena… el gobierno prefirió imponer límites de entrada, que son más sencillos de aplicar pero que infringe más los derechos fundamentales”, escribieron.

“Esta conclusión se ve agravada por el hecho de que Israel es el único país democrático del mundo que ha limitado de forma tan amplia la entrada de sus ciudadanos”.

La corte añadió que “no se espera que la amenaza del coronavirus y sus diferentes variantes desaparezca en un futuro cercano, a pesar del éxito de la campaña de vacunación” y pidió un mayor equilibrio entre la minimización de la amenaza de nuevas cepas y la violación de los derechos fundamentales.

“Dicho equilibrio debe permitir a la gente seguir con su rutina diaria”, dijo, teniendo en cuenta el menor riesgo para personas vacunadas y recuperadas.

Anteriormente, la Knéset aprobó el uso de una pulsera electrónica durante el período de cuarentena domiciliaria para los que regresan a Israel.

La pulsera se llevará en la muñeca o en el tobillo y controlará la ubicación del usuario mediante Bluetooth y GPS, conectado a un teléfono celular que se le proporcionará.

Según el proyecto de ley, aquellos que se nieguen a llevar la pulsera, o no puedan aislarse en casa, deberán alojarse en uno de los hoteles gestionados por el gobierno para la cuarentena.

El domingo, el gobierno eliminó la limitación de las ciudades desde las que los israelíes pueden regresar del extranjero, y el martes los cielos quedaron abiertos a todos los vuelos. Sin embargo, el gobierno mantuvo el límite de 3,000 llegadas por día.

El Estado comunicó este lunes a la Corte Suprema de Justicia que 1,880 israelíes habían respondido a una encuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores durante el fin de semana diciendo que se encontraban en el extranjero y querían volver a Israel.

El director del departamento jurídico del Movimiento por un Gobierno de Calidad, abogado Tomer Naor, dijo en respuesta que “si la encuesta refleja realmente el número de israelíes varados en el extranjero, demuestra que no hay necesidad de ningún límite”, y pidió a la corte anular el límite impuesto al ingreso de ciudadanos israelíes.

Durante una audiencia celebrada el domingo, los jueces de la Corte Suprema criticaron la insistencia del Estado en mantener el límite de 3,000 personas dada la proximidad de las elecciones a la Knéset.

“Podríamos decir que solo durante el período anterior a las elecciones aumentaríamos el límite, pero en cambio ustedes dicen que no podemos exceder el límite de 3,000 y no lo comprendo. Lo que está en juego es el derecho de una persona a emitir su voto, cuando significa que o vota o no vota, es todo o nada. En tales circunstancias, no entiendo por qué tenemos que aceptar los 3.000 en lugar de la flexibilidad durante un periodo determinado”, apuntó el juez Neal Hendel .

El Estado argumentó que el límite en el aeropuerto Ben-Gurión se debe al temor de que entren nuevas variantes del coronavirus al país, dada la falta de un sistema eficaz de cuarentena domiciliaria y presentó datos que muestran que la mayoría de las personas que vuelven del extranjero no observan la cuarentena domiciliaria de forma adecuada.

“Si el temor a una variante se debe a que no se puede aplicar la cuarentena, entonces la solución debe encontrarse en un mayor control, no en límites de ingreso al país, un movimiento muy radical, a lo que se añade un daño muy importante porque estamos a una semana de las elecciones, y la cuestión es si el límite de entrada es un medio que hay que utilizar”, cuestionó Hayut.

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