Enlace Judío México e Israel – Las letras hebreas son los recipientes sagrados que Dios creó en los principios, recipientes que fueron llenados con Su Luz.

En los principios, en el Intelecto Santo del Santo de los santos, en Su imaginación creativa, creó las Letras, continentes sagrados de Su Luz.

Cada una de ellas fue llenada pacientemente, gozosamente con luces intensas de colores varios que Dios mismo despidió de Él, para Su deleite, en el proceso Creativo más esplendoroso que podamos imaginar.

En el Principio, sólo fue la Luz que salió de la Luz que salió de la Luz que salió de la Luz, en la cascada Infinita y creadora, en el tiempo que no tiene tiempo, desde la Eternidad de Su Nombre Bendito, El Impronunciable, El que contiene en Sí Mismo todas las Letras y el Misterio de todas las Letras y Su articulación para poder crear el mundo.

En los orígenes, cuando el hombre era apenas el pensamiento del Hombre,(Adm) a penas tres Letras en la Imaginación de Dios.

En la Escritura que salió de Su Pensamiento, en los principios cuando el mismo Principio fue creado como un límite entre la divinidad y su Creación, un límite que también fue una Letra: ב, casa sagrada que lo significa todo, casa de la creación donde habría de levantarse la creación separada del Dios del Infinito por una pared que es apenas una línea, o un muro.

En el principio fue el Sueño de Dios, Su Imaginación Creativa, y fue El sueño que sale del sueño que sale del sueño y articula las letras primeras de Su Sueño. Punto tras punto, línea sobre línea, rayos de Luz en el Pensamiento de Dios, en la Inteligencia Divina. Veintidós recipientes sagrados, y diez sefirot que sustentan, y escriben todo lo creado.

En la Narración del Silencio, instante tras instante, en la pronuncia/ción de la Línea, y la ondulación de la línea, en esa danza cósmica que salió de la Inteligencia de Dios para ordenar el Caos. Desde la Eternidad de Su Nombre Inefable que ni si quiera es Letra pero que accede a revelarse como Nombre para los hombres.

 Luz de Dios ordena el caos, Que mira la oscuridad que Él y la ilumina, con la Voz que sale de Su Boca Eterna.

En la Espiral que sale de Su Pensamiento, un Sin fin de Mundos, combinaciones interminables, 3.1416  Phi, en la esphiral que sale de Su Boca: פה, פ.

En Cada Letra que sale de Su Santo Aliento, hay un mundo, y la prefiguración de una Historia.

En la Ephidermis de la Llama Celestial están dibujadas todas las letras Sagradas, una tras otra, y danzan todos los Días frente al Eterno, y todos los días son nombradas nuevamente, como Ecos, llamas, mares paraísos, en la Infinitud del Tiempo, las Letras Ígneas se visten y desvisten con Sus Velos.

Dios, desde Su Trono Celestial las mira, y piensa cuan hermosas son las Criaturas Primordiales de Su Sueño, y cuanta Luz en el tiempo de La Luz todavía guardan.

A veces Piensa El Señor de los Cielos y la Tierra, si podía haber creado otras líneas, figuras, ondulaciones eternas, otras caras de Su Sueño, pero se da cuenta que Crear es Limitarse, poner líneas y rayas y muros en la Eternidad de Su Nombre, entonces espera, con Pazciencia Infinita: Sabe que las criaturas que ha creado con las Letras de Su Pensamiento, habrán de ayudarle al fin, cuando al Fin comprendan la Intención de cada Letra, cada Mundo, cuando al fin aprecien el Acto Creativo más hermoso que puede existir, cuando al fin aprendan a Leer Su Nombre Eterno, Bello, Infinito, en la Interlinea del Universo, entonces todos reposaremos en la Geo/Grafía de Su Nombre y viviremos en La Luz Perfecta de Cada Uno de Sus Signos.

Jerusalén Ciudad Vieja / 2 Elul, 5775.  Agosto 2015

Este texto está inspirado en el Sefer Yetzirá


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