Enlace Judío – Israel hará esfuerzos para fortalecer la Autoridad Palestina en Judea y Samaria (Cisjordania) mientras debilita a Hamás, dijo este martes el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gabi Ashkenazi, en una conferencia de prensa.

Hizo las declaraciones al resumir su mandato de 13 meses como máximo diplomático de Israel, a días de que llegue el previsto fin del gobierno de Benjamín Netanyahu y dé inicio la administración de Yair Lapid y Naftali Bennett, informó The Times of Israel.

Ashkenazi dijo que los grupos de trabajo del gobierno están desarrollando los detalles del enfoque, en estrecho contacto con la administración estadounidense.

Expresó su satisfacción por el estado de las relaciones diplomáticas entre Israel y la administración Biden. “Los lazos son diarios y regulares”, dijo.

También dijo que EE. UU. no ha tomado medidas para revertir el curso de ninguna de las políticas de la administración Trump en favor de Israel.

“No conozco ninguna decisión que Trump haya tomado sobre Israel que haya sido cancelada, ni [el reconocimiento como capital de] Jerusalén, ni la embajada, ni los Acuerdos de Abraham“, dijo.

La administración Biden anunció en mayo que planea reabrir el consulado de EE. UU. en Jerusalén, que históricamente había sido el representante de facto de los palestinos.

En 2019, la administración Trump fusionó el consulado de Jerusalén con la embajada de EE. UU. en la ciudad, que había sido transferida desde Tel Aviv un año antes.

Gran parte del personal del consulado en el centro de Jerusalén Oeste continuó con sus mismos trabajos, aunque bajo una Unidad de Asuntos Palestinos recién nombrada formada bajo el paraguas más amplio de las relaciones de EE. UU. con Israel.

Ashkenazi dijo que veía esa decisión como parte de las políticas de la administración hacia los palestinos, no hacia Israel.

Ingresó a la política previo a las elecciones de abril de 2019, uniéndose a la coalición partidaria Kajol Laván, junto con su excolega militar Benny Gantz, hoy ministro de Defensa.

Se mantuvo con Gantz después de que Kajol Laván decidió formar una coalición con Netanyahu en 2020, lo que llevó a la ruptura de la coalición y la escisión del Yesh Atid. Se convirtió en ministro de Asuntos Exteriores en mayo de 2020 cuando el gobierno tomó posesión.

En diciembre, Ashkenazi anunció que dejaría Kajol Laván aunque permanecería como canciller mientras Gantz lo deseara o hasta la formación de un nuevo gobierno.

Está previsto que un nuevo gobierno en Israel asuma el cargo el domingo, y el líder de Yesh Atid, Yair Lapid, asuma el cargo de canciller. Gantz permanecerá como ministro de Defensa.

Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores dijeron el martes que los objetivos de la cancillería en su relación con EE. UU. durante el mandato de Ashkenazi fueron gestionar la transición de Trump a Biden, mantener un diálogo continuo y transparente, construir sobre los Acuerdos de Abraham, crear grupos de trabajo conjuntos sobre temas de interés mutuo y cooperación en desarrollo regional y cambio climático.

El canciller también dijo que la nueva administración de EE. UU. respalda plenamente el marco de los Acuerdos de Abraham y que espera que Biden nombre a un enviado especial para trabajar en el avance de los lazos con países que aún no han reconocido a Israel.

En 2020, la administración Trump medió los acuerdos de normalización entre Israel y Sudán, Marruecos, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin.

El peso pesado regional de Arabia Saudita se ha abstenido hasta ahora de formalizar los lazos con Israel, pero ha dado luz verde al tránsito de vuelos desde el Estado judío, en una señal implícita de aprobación.

Ashkenazi reveló que el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, le dijo que la administración de Biden “abraza los Acuerdos de Abraham y está ansiosa por expandirlos”.

“Este es un tipo diferente de paz”, dijo Ashkenazi, y agregó que las relaciones se estaban acelerando en los lazos de gobierno a gobierno, de empresa a empresa y de pueblo a pueblo. Llamó a las nuevas relaciones “irreversibles”.

Ashkenazi también señaló un tratado fiscal que Israel firmó con los Emiratos Árabes Unidos la semana pasada, y señaló que el acuerdo no se había visto afectado por la reciente confrontación entre Israel y Hamás.

Los dos países ya han firmado varios tratados, incluidos vuelos directos y viajes sin visado, protección de inversiones, ciencia y tecnología.

Israel ya ha firmado 29 acuerdos con los 4 países con los que hizo tratos durante el último año, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores, y otros 29 están en proceso.

El ministerio también abrió nuevas oficinas diplomáticas en los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos.

Ashkenazi reconoció que aún quedaba mucho trabajo por hacer. “Con Marruecos no estamos en el mismo nivel de relaciones que estamos con los Emiratos Árabes Unidos y Baréin“, dijo.

Hizo hincapié en que los acuerdos de paz existentes con Egipto y Jordania siguen siendo activos estratégicos fundamentales para Israel. “Jordania es estable y Egipto está en el lado correcto en términos de estabilidad y seguridad”, dijo.

“Al mismo tiempo, no hemos aprovechado al máximo la paz con ellos… Todavía tenemos mucho trabajo por hacer”.

Ashkenazi señaló importantes logros en los esfuerzos diplomáticos de Israel contra Irán y sus aliados en la región.

Desde mayo de 2020, 9, entre los que están Austria, Suiza, y Guatemala designaron al armado chiíta libanés Hezbolá como organización terrorista.

También argumentó que Israel mantuvo un diálogo intenso y productivo con las 6 potencias mundiales que firmaron el acuerdo nuclear de 2015 con Irán.

Las conversaciones sobre la reincorporación de Irán y EE. UU. al acuerdo nuclear están en curso en Viena.

Ashkenazi afirmó que la posición internacional de Israel mejoró durante el último año, a pesar del conflicto del mes pasado con Hamás.

Hizo hincapié en las 44 visitas a Israel de altos funcionarios, incluidas 8 visitas de altos funcionarios estadounidenses y 26 de líderes europeos y altos diplomáticos.

El ministro de Relaciones Exteriores señaló que las conversaciones que las naciones europeas mantuvieron con Israel durante el año pasado pasaron de desacuerdos sobre los planes para anexar zonas de Judea y Samaria, a lo que él y Gantz se opusieron, a conversaciones más productivas sobre la normalización regional y la participación israelí en iniciativas científicas y diplomáticas europeas.

Israel también avanzó en sus vínculos con las naciones africanas, según Ashkenazi. Señaló votos más favorables de las naciones africanas sobre temas relacionados con Israel en foros internacionales y reacciones positivas a los intentos de Israel de unirse a la Unión Africana como Estado observador.

La pandemia de COVID-19 ofreció desafíos únicos, pero también oportunidades para la diplomacia israelí, dijo Ashkenazi.

El Ministerio de Relaciones Exteriores tuvo que ayudar a los ciudadanos que intentaban regresar a Israel y ayudó a los judíos a hacer Aliá durante el año pasado.

También invirtió importantes recursos en traer de regreso a los diplomáticos israelíes para que fueran vacunados y en vacunar a los diplomáticos extranjeros en Israel.

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