Enlace Judío – Los organizadores del desfile de banderas que tendrá lugar en Jerusalén el próximo 15 de junio dijeron este viernes que llegaron a un acuerdo con la Policía de Israel sobre la ruta del evento nacionalista, informó The Times of Israel.

La marcha comenzará el martes en la calle Haneviim y se dirigirá hacia la Puerta de Damasco, donde los participantes bailarán con banderas israelíes.

No obstante, los participantes no entrarán por esa conflictiva entrada de la Ciudad Vieja, sino que se dirigirán hacia hacia el sur a la Puerta de Yafo, dijeron los organizadores en un comunicado.

Los participantes luego marcharán desde la Puerta de Yafo hacia el objetivo del desfile, el Muro de los Lamentos, a través de la Ciudad Vieja, dijeron los organizadores.

No hubo una declaración inmediata de la Policía de Israel que confirmara los detalles.

El gabinete de seguridad del gobierno de Israel anunció esta semana que se permitiría el desfile de banderas si la Policía de Israel aprobaba la ruta.

El desfile de banderas originalmente se habría llevado a cabo el pasado 10 de mayo, Día de Jerusalén, pero la tensión en la ciudad y la incipiente confrontación de Israel con Hamás llevaron a su cancelación.

La marcha fue reprogramada de este jueves 10 de junio, la nueva fecha planteada por los organizadores que terminaron ellos mismos por cancelar, al martes 15 de junio, 2 días después de que se tenga prevista la instauración de un nuevo gobierno en Israel que reemplazará al de Benjamín Netanyahu.

La llegada del nuevo gobierno ha disipado las preocupaciones de algunos críticos del primer ministro de que este habría esperado usar a beneficio suyo el desfile de banderas y su potencial para detonar violencia como un mecanismo que echara a tierra la instauración del nuevo gobierno.

La Policía de Israel inicialmente se había negado a autorizar el evento, que estaba programado para seguir un camino a través de la entrada de la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja y atravesar el barrio musulmán.

La ruta le generó preocupación por la posibilidad de que el desfile inflamara las tensiones en la ciudad y provocara una nueva ola de disturbios allí que eventualmente llevaran a una posible nueva escalada.

El grupo terrorista Hamás ha advertido de las “consecuencias” si la marcha llegara a realizarse a voluntad de los organizadores, atravesando la Puerta de Damasco y el barrio musulmán.

El jueves se presentaron enfrentamientos entre palestinos de Jerusalén Este y la Policía de Israel cuando el legislador ultraderechista Itamar Ben Gvir marchó hacia la entrada de la Puerta de Damasco a la Ciudad Vieja.

Ben Gvir ondeó una bandera israelí en el lugar, en lo que dijo que era una protesta personal, luego de que la Policía de Israel le prohibiera transitar por el barrio musulmán para llegar al Monte del Templo.

Después de la visita de Ben Gvir, y en medio de los disturbios que siguieron, el ala militar de Hamás emitió un comunicado diciendo que estaba siguiendo de cerca los acontecimientos.

Un organismo conjunto que representa a varios grupos terroristas con sede en la Franja de Gaza, incluido Hamás, dijo el lunes que “si Israel decide restaurar la situación anterior, pedimos quemar el suelo bajo los pies del enemigo”.

El frustrado desfile de banderas del 10 de mayo en el Día de Jerusalén, también había sido desviado por las autoridades de su ruta original para evitar la Puerta de Damasco y el barrio musulmán.

Ello se produjo como consecuencia de las entonces ya fuertes tensiones por los planeados desalojos de palestinos en el barrio de Sheikh Jarrah en Jerusalén Este y las incursiones de la Policía de Israel en la mezquita de al Aqsa frente a alborotadores palestinos.

El desfile de banderas por el Día de Jerusalén ve anualmente a miles de judíos nacionalistas marchar a través de partes de Jerusalén de mayoría musulmana hacia el Muro de los Lamentos.

Con ello se busca conmemorar el aniversario hebreo de la reunificación de la ciudad de Jerusalén por Israel durante la guerra de los Seis Días de 1967.

La ruta ha sido considerada provocativa durante mucho tiempo por los críticos y palestinos, ya que los propietarios árabes locales se ven obligados a cerrar sus tiendas para que la Policía pueda asegurar el área de mayoría palestina.

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