Enlace Judío – Durante la Segunda Guerra Mundial el gobierno danés presionó a Adolf Hitler para realizar una visita a algún campo de concentración, pues los rumores sobre el exterminio perpetrado por los nazis hacia los judíos era cada vez mayor.

Así que, cuidando las relaciones con Dinamarca y con la importantísima Suecia que proveía el acero del armamento para el Tercer Reich, Adolfo Hitler accedió a la petición estableciendo de antemano el campo y la fecha en la que éste sería visitado.

Finalmente, la Cruz Roja internacional visitó Terezin en junio de 1944. Para la visita y una filmación adjunta los nazis entraron en meses de preparación.

Poco más de 12,000 prisioneros fueron trasladados a Auschwitz, principalmente huérfanos y enfermos. Los prisioneros que estaban muy delgados por la falta de alimentos en el campo fueron escondidos en barracas en las que la delegación no visitó.

El campo fue pintado y arreglado, letreros falsos que decían “Colegio” o “Biblioteca” fueron colgados en diferentes edificios del campo para fingir una estructura social sana en la que nada faltaba. Algunos improvisados comercios se establecieron y en ellos los judíos tenían que fingir ser los vendedores y compradores de productos, productos que, por cierto, eran los mismos que los oficiales nazis les habían arrebatado a los prisioneros.

El comité de la Cruz Roja creyó el montaje y, aunado a ello, los nazis aprovecharon el embellecimiento del campo para grabar un pequeño filme al que titularon: El Führer le regala una ciudad a los judíos.

Las escenas lograron engañar. Sin embargo, las imágenes reales sobre el campo de Terezín son muy distintas y, afortunadamente, hubo sobrevivientes que vivieron para contar que aquella filmación había sido sólo el montaje de una falsa y propagandística información.

La gran mayoría de los prisioneros que aparecen en aquellas filmaciones ya no pudieron testificar, pues después del rodaje fueron enviados a Auschwitz, a las cámaras de gas.

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