Enlace Judío – Los contagios por coronavirus han aumentado nuevamente en las últimas dos semanas en Israel, pero los pacientes graves y las muertes siguen en una tendencia a la baja, lo que indica que la campaña de vacunación de Israel está ayudando a prevenir los cuadros más críticos de la pandemia.

Para el pasado 14 de junio había 206 casos activos en Israel, una cifra que aumentó a 1,254 hasta el lunes luego de una serie brotes de contagios focalizados hace más de una semana, de acuerdo con el sitio The Times of Israel.

Desde entonces, solo se ha registrado una sola muerte por COVID-19 en el país y los casos graves han disminuido de 30 a 22, de los que 16 están intubados a ventilación mecánica.

Gráfico del Ministerio de Salud de Israel
Muertes por COVID-19 diarias en Israel por fecha de registro.

El aumento en los casos no ha tenido un efecto adverso aparente en estos números, aparentemente debido a los altos niveles de vacunación entre los adultos israelíes y la población de riesgo.

La mayoría de los casos de contagio recientes se han producido entre jóvenes, que son menos vulnerables a presentar un cuadro grave de la enfermedad.

Según las últimas cifras del Ministerio de Salud, el 51 por ciento de las infecciones activas se han producido entre israelíes de 19 años o menos y el 77.3% de los hospitalizados en estado grave no están vacunados.

Además, la cantidad de casos nuevos y la tasa de pruebas positivas han disminuido lentamente en los últimos días desde que se registraron más de 200 contagios tanto el jueves como el viernes, la mayor cantidad de casos diarios en más de dos meses.

Las tasas de vacunación también han comenzado a aumentar nuevamente en los últimos días a medida que el gobierno presiona para que los padres lleven a vacunar a sus hijos de 12 a 15 años.

Gran parte del aumento reciente en los casos parece concentrarse en varios municipios, algunos de los cuales fueron degradados aún más el lunes en el sistema de puntos de semáforo epidemiológico del Ministerio de Salud para medir sus parámetros.

Las localidades de Binyamina y Kojav Ya’ir regresaron a semáforo rojo, mientras que Tzofim, Modi’in-Maccabim-Reut y Kfar Saba están en naranja, en tanto que Tel Aviv-Yafo y Herzliya están en amarillo.

Para combatir el aumento de los contagios, el Ministerio de Salud reimpuso el viernes pasado el uso obligatorio de cubrebocas en áreas cerradas y el gobierno se ha movido para endurecer la normatividad sobre viajes, en medio de preocupaciones de que el reciente aumento fue impulsado por la llegada a Israel de la variante Delta de coronavirus.

Al reunirse el domingo por la noche por primera vez desde que asumió un nuevo gobierno, el gabinete del coronavirus discutió el aumento de las pruebas de detección y una vigilancia más estricta sobre los israelíes que llegan al país desde el extranjero, así como un esfuerzo reforzado para vacunar a los adolescentes.

El primer ministro israelí Naftali Bennett se ha comprometido a frenar el repunte de nuevo contagios sin afectar la rutina a la que han regresado los israelíes con nuevas restricciones de distanciamiento social y cierres.

Ha habido un total de 840,995 casos confirmados en Israel desde el inicio de la pandemia y 6,429 muertes.

Más de 5,1 millones de los habitantes de Israel de casi 9,3 millones de personas han recibido ambas dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra COVID-19, mientras que más de 5,5 millones han recibido al menos una.

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