Enlace Judío – El partido islamista israelí Ra’am condenó este domingo el ascenso de cientos judíos al Monte del Templo, a los que llamó “colonos”, durante la observancia del ayuno de Tishá B’Av.

La mezquita de al Aqsa, en sus 144 dunams, es propiedad exclusiva de los musulmanes, y nadie más tiene ningún derecho sobre ella”, dijo el partido islamista, en una declaración conjunta con su organización matriz, el Movimiento Islámico, informó The Times of Israel.

La mezquita de al Aqsa es el tercer lugar más sagrado del islam. Pero el Monte del Templo también es el sitio más sagrado del judaísmo, ya que los dos templos bíblicos estaban construidos en la cima de la colina. Un frágil statu quo prevalece en el santuario.

El domingo por la mañana temprano, la policía israelí se enfrentó a fieles palestinos en el Monte del Templo. Según reportes palestinos, la policía israelí lanzó gases lacrimógenos y granadas paralizantes, mientras que los agentes dijeron que algunos palestinos arrojaron piedras.

No hubo informes de heridos graves después de los enfrentamientos y, al parecer, algunos palestinos fueron detenidos.

Unas horas más tarde, más de 1,600 judíos israelíes subieron al Monte del Templo con motivo de Tishá B’Av. Los peregrinos, incluido el legislador del partido de derecha Yamina, Amijai Chikli, cantaron el himno nacional de Israel, Hatikva, mientras estaban parados frente a la emblemática Cúpula de la Roca.

En videos en las redes sociales, se podía ver a la policía tratando de expulsar a los palestinos del área, posiblemente en un intento de mantenerlos alejados de los visitantes judíos. En un video, los oficiales arrastraron a una mujer con un velo negro mientras luchaba contra ellos.

El gobierno, encabezado por el primer ministro Naftali Bennett, respaldó la redada y la posterior peregrinación.

Bennett agradeció a la policía por “manejar los eventos en el Monte del Templo con responsabilidad y consideración, mientras se mantiene la libertad de culto para los judíos en el Monte“, una declaración que planteó dudas sobre si el gobierno buscaba un cambio de política en el sitio sagrado.

Ra’am, dirigido por Mansour Abbas, es parte del actual gobierno de coalición gobernante de Israel. Pero para su base religiosa conservadora, la mezquita de al Aqsa es un símbolo preciado y venerado.

El partido dijo que las autoridades “permitieron a los funcionarios y miembros de la Knéset asaltar al Aqsa, realizar rezos, realizar rituales religiosos y declamar el himno nacional israelí Hatikva en los patios de la bendita mezquita de al Aqsa“, enumerando una serie de acciones que sus miembros consideran ser provocaciones.

Ra’am dijo que tales actos podrían conducir a una nueva escalada entre israelíes y palestinos. El incidente también se produce en un momento particularmente delicado, con los palestinos musulmanes observarán Eid al Adha, uno de los días más sagrados del calendario islámico, el martes.

“Los eventos que puedan resultar de ello podrían inflamar la situación en Jerusalén y en toda la región, lo que conduciría a una guerra religiosa catastrófica”, dijo Ra’am.

El incidente del domingo provocó protestas de Hamás y la Autoridad Palestina. Varios de los vecinos de Israel también emitieron condenas, incluidos Egipto, Turquía y Jordania, cuyo Waqf islámico administra el sitio.

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