Enlace Judío – Varios hospitales israelíes han reabierto sus áreas de COVID-19, en medio de un aumento persistente de casos graves de la enfermedad, informó The Times of Israel.

Los hospitales habían cerrado las salas hace algunos meses a raíz de la campaña de vacunación generalizada. El número de casos graves en todo el país se redujo a un mínimo de 19 el mes pasado.

Pero a medida que la variante Delta ha ganado impulso, los casos y los pacientes graves han aumentado gradualmente.

El recuento de casos graves llegó a 149, incluidos 34 clasificados como críticos y 29 intubados a ventilación mecánica, según datos del Ministerio de Salud de Israel. El número de casos graves se ha más que duplicado durante la última semana.

El Centro Médico Soroka en Be’er Sheba anunció que reabrió su sala de coronavirus, que actualmente tiene 9 pacientes, incluido uno en estado grave. El hospital también dijo que se estaba preparando para abrir su unidad de coronavirus de cuidados intensivos.

El Centro Médico Ziv en Safed, que tiene 4 pacientes con COVID-19, incluido uno en estado grave, anunció una medida similar.

En el Centro Médico Galilea en Nahariya, una paciente de COVID-19 de 91 años murió, 3 días después de que su esposo de 95 años sucumbiera al virus.

Los datos del Ministerio de Salud mostraron que el martes se identificaron 2,267 nuevos casos de COVID-19 en el país, con un 2.38% en la tasa de positividad.

Los casos activos han llegado a 14,573, después de que la cifra rondara los 200 hace 6 semanas.

Según los datos, 5,774,272 israelíes han recibido al menos una dosis de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech y 5,340,666 han recibido ambas dosis.

Un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén publicado el martes indicó que la efectividad de la vacuna Pfizer-BioNTech para prevenir enfermedades graves se ha reducido al 80 por ciento.

El estudio, que fue presentado al gobierno, también predijo que el recuento de casos graves de COVID-19 en Israel podría llegar a 400 en menos de 3 semanas si no se toman medidas para controlar las infecciones.

El estudio advirtió que el número de casos graves y de pacientes con respiradores ha aumentado a un ritmo similar al observado en julio de 2020.

“La ola de infecciones en julio pasado se detuvo gracias a las restricciones impuestas en la segunda quincena de julio”, escribieron los investigadores. “No se tomaron medidas de este tipo este año, por lo que no se espera una caída similar en un futuro próximo”.

El estudio sugirió que la efectividad de la vacuna para prevenir enfermedades graves se redujo al 80% (en comparación con más del 90% antes de la aparición de la variante Delta). No obstante, indicó que las vacunas son 90% efectivas para prevenir muertes.

“La efectividad de la vacuna es significativamente menor que la efectividad observada en marzo”, escribieron los investigadores.

Algunos analistas han advertido que las cifras sobre la efectividad de la vacuna son propensas a importantes inexactitudes debido a una variedad de factores, incluidas preguntas sobre si hay datos precisos sobre los niveles de infección entre los no vacunados, lo cual es vital para tales estadísticas.

No obstante, datos británicos indicaron que los estudios israelíes podrían  estar exagerando la aparente caída en la eficacia.

Israel comenzó a administrar una tercera dosis de refuerzo hace 2 semanas a quienes tienen el sistema inmunológico gravemente comprometido, incluidos los receptores de trasplantes y los que tienen ciertos tipos de cáncer, lo que sentó un precedente mundial.

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