Enlace Judío México e Israel – El Tanaj, o Biblia Hebrea, no alcanzó su forma actual sino hasta el segundo siglo de la era común y los libros que lo conforman, a pesar de relatar hechos antiquísimos, comenzaron a redactarse hasta el siglo octavo. Sin embargo, muchos de los pasajes que encontramos en él tienen su origen en historias y leyendas preservadas por siglos por el pueblo israelita de forma oral. Una de ellas es el llamado Cántico de Débora, considerado por algunos académicos como uno de los fragmentos más antiguos del Tanaj.

En el libro de Jueces es donde se narra la historia de Débora (única jueza de Israel) quien, junto con Barac, lideró a los combatientes de las tribus de Israel que hicieron frente y derrotaron a las fuerzas del rey cananeo Yabin y dirigidas por su comandante Sísera (asesinado por Yael luego de la derrota).

Un aspecto sumamente interesante de esta historia es que está relatada dos veces: primero, encontramos estos acontecimientos narrados en prosa en Jueces 4; después, en el siguiente capítulo, están presentes los mismos hechos pero esta vez en verso, a manera de un cántico de victoria.

A pesar de contar la misma historia —y más allá de la evidente diferencia en cuanto al estilo de escritura y de algunos elementos lingüísticos del texto en hebreo—, si leemos con atención ambos pasajes podemos encontrar algunas diferencias significativas
entre ellos.

En primer lugar, se aprecia que el Cántico de Débora (capítulo 5) narra la derrota de los cananeos con algunos elementos mitológicos, por ejemplo que “desde los cielos lucharon las estrellas” (Jue 5:20a), o que “el torrente del Kishón los arrastró” (Jue 5:21a); por otro lado, en el capítulo 4 estos elementos están ausentes y en su lugar hay una descripción de la batalla entre las fuerzas de Sísera y Barac.

Otra diferencia, y quizás la más notoria, está relacionada con las tribus de Israel: el texto en prosa solo menciona la unión de las tribus de Zabulón y Neftalí; mientras que en el Cántico de Débora se habla de una relación de once tribus, indicando cuáles atendieron al llamado para la batalla y cuáles no.

Otro aspecto que sobresale en el Cántico de Débora es el nombre de esas tribus, ya que varían ligeramente de las doce tribus de Israel que conocemos. Si bien, las tribus de Benjamín, Efraím, Neftalí, Zabulón, Isacar, Aser, Rubén y Dan resultan familiares, tres de las tribus mencionadas no lo son: Maquir, que puede estar relacionada con la tribu de Manasés (Num 26:29); Galaad, posiblemente en sustitución de Gad; y Meroz, un nombre completamente desconocido.

Estas diferencias y similitudes entre ambos capítulos han sido objeto de análisis y discusión entre los estudiosos de la Biblia, quienes han tratado de determinar cuál de los dos pasajes es más antiguo.

Actualmente, a partir del minucioso estudio del lenguaje del texto y los posibles contextos históricos de los redactores, la mayoría coincide en que el Cántico de Débora antecede a la narración en prosa.

Si bien, en el libro de Jueces no se encuentra la versión ‘original’ de esta canción, sí se distinguen algunos de sus elementos más antiguos, gracias a lo que se han formulado hipótesis de cómo pudo haber lucido en su forma más arcaica y qué elementos habrían sido incorporados con el paso del tiempo.

Es posible, entonces, que el Cántico de Débora haya tenido su origen entre grupos seminómadas que tenían como rasgo común la adoración a un mismo D-os. Además, se piensa que este canto servía como conmemoración de la unión de algunos de estos grupos en contra del rey de alguna ciudad-estado cananea con las cuales convivían.

De esta forma, permaneció en las tradiciones orales del pueblo de Israel y se fue transformando con los años, adoptando posteriormente, estas tradiciones orales fueron recopiladas, redactadas y modificadas en su forma de expresión, convirtiendo la canción cuasi mitológica de un grupo seminómada en la narrativa de un supuesto acontecimiento histórico.

Afortunadamente se cuenta con la historia de Débora, en sus versiones de prosa y verso, lo que nos permite estudiar su evolución en el tiempo.

Bibliografía

  • Carr, David M. An Introduction to the Old Testament:Sacred Texts and Imperial Contexts of the Hebrew Bible (Malden, MA: Willey-nuevos elementos lingüísticos y estilísticos e Blackwell, 2010) incorporando nuevas ideas compatibles con el contexto de los redactores, pero manteniendo algunos datos suficientemente arraigados como para poder cambiarse (como los nombres de las tribus).
  • Guillaume, P., Waiting for Josiah: The Judges (London:T&T Clark, 2004)
  • Sparks, Kenton L., Ethnicity and Identity in Ancient Israel (Indiana: Eisenbrauns, 1998)

Fuente: Vitral CDIJUM, Julioo 2021.


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