Enlace Judío.- Cuando los casos diarios en Israel superan los 3.800, los ministros deciden reunirse para reflexionar sobre nuevas restricciones intentando no perjudicar la economía.
El primer ministro Naftali Bennett convocará el martes al gabinete del coronavirus, advirtiendo que “podrían ser necesarios pasos dolorosos”.
El gabinete de alto nivel del coronavirus tenía programado reunirse el martes para aprobar nuevas restricciones, ya que la carga diaria de nuevos casos registró más de 3.800 en las 24 horas anteriores, el nivel más alto desde principios de marzo.
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Con unas 15 personas fallecidas desde la mañana del lunes, el país también registró el mayor número de víctimas diarias en cuatro meses, mientras que el número de pacientes graves se situó en 221, unos nueve más que el día anterior y 66 más que el martes pasado.
Los ministros discutirán la imposición de nuevas restricciones para contener la nueva ola, ya que el primer ministro Naftali Bennett advirtió a su gobierno que podrían ser necesarios “pasos dolorosos”.
“Tenemos que decirlo con honestidad, la esperanza no es un plan de trabajo“, dijo Bennett según el Canal 12. “Actualmente continuamos con el enfoque que hemos adoptado, siguiendo el número total de pacientes graves: hospitalizados, ventilados, en ECMO (Oxigenación por membrana extracorpórea, por sus siglas en inglés) y así sucesivamente, y queremos ver el efecto. Mantenemos nuestro dedo en el pulso todo el tiempo. Es posible que se requieran pasos dolorosos“.
Bennett también señaló que el número de pacientes graves se duplica cada diez días.
“En otros diez días esperamos tener unos 400 pacientes”, comentó. “La tasa de duplicación es alarmante y las cifras hablan por sí solas. Estamos haciendo un gran esfuerzo para fomentar la inmunización, estamos considerando expandir la tercera vacuna a los más jóvenes y esperamos frenarla”.
Entre otras medidas, los ministros discutirán la devolución de una versión más estricta del Pase Verde.
“Estamos considerando endurecer el Pase Verde y las medidas adicionales tanto como sea posible, sin perjudicar la actividad económica“, dijo el director general del Ministerio de Salud, el profesor Najman Ash, en una conferencia de prensa el lunes.
El esquema, que actualmente otorga acceso a lugares y actividades solo a personas completamente vacunadas, recuperadas o que se sometieron a una prueba de coronavirus en las 72 horas anteriores, se aplica solo a reuniones de más de 100 personas.
Los ministros debían discutir las recomendaciones del Ministerio de Salud el martes para restringir aún más las reuniones en un esfuerzo por contener el brote renovado de COVID-19, que se atribuye a la variante Delta de rápida propagación.
Según informes de los medios israelíes, entre los pasos que considerarán los ministros está recuperar el sistema de Pase Verde completo, que se aplicaba a varias actividades independientemente del número de participantes, y cancelar la exención actual para niños menores de 12 años.
Además, se podría discutir la obligatoriedad de las máscaras para grandes reuniones al aire libre, un límite en las reuniones y en el número de trabajadores presentes en las oficinas públicas.
Canal 12 también dijo que Bennett está comenzando a considerar la posibilidad de imponer un encierro durante las fiestas judías en septiembre, si la morbilidad general y grave continúa siguiendo una progresión similar a la actual.
En la sesión informativa, Ash describió la situación como preocupante.
Según el Ministerio de Salud, el lunes se diagnosticaron 3.818 nuevos casos, y el 3,78% de las 113.723 pruebas procesadas arrojaron un resultado positivo. El número de casos graves se situó en 221, de los cuales 46 fueron conectados a ventiladores.
Ash expresó su preocupación por el aumento continuo de los casos de coronavirus, y dijo que el próximo paso del gobierno sería “endurecer” algunas de las regulaciones existentes para combatir el brote resurgente.
“Los próximos pasos serán endurecer el Pase Verde y opciones adicionales, tanto como sea posible sin dañar la economía“, dijo, refiriéndose a un sistema que otorga acceso a eventos públicos para los vacunados y recuperados, y haciendo un llamado a los israelíes para que se adhieran a las reglas de virus actualmente vigentes.
“No podemos volvernos complacientes”, dijo.
Las noticias del Canal 12 informaron el lunes que los funcionarios de salud también estaban presionando para que las máscaras fueran obligatorias en una multitud de más de 20 personas, incluso al aire libre.
Según el sitio de noticias Ynet, el Ministerio de Salud planea recomendar que el gobierno amplíe la lista de países de “alto riesgo” desde los que se permite la entrada a los viajeros a Israel, pero se les obliga a permanecer en cuarentena durante siete días.
Actualmente, la lista incluye a los Emiratos Árabes Unidos, Uganda, Seychelles, Guatemala, Honduras, Zimbabwe, Zambia, Liberia, Mongolia, Myanmar, Namibia, Fiji, Panamá, Paraguay, Colombia, Costa Rica, Camboya y Kenia. Además, hay 14 países desde los que está prohibido viajar a Israel, incluso para israelíes completamente vacunados: Reino Unido, España, Turquía, Rusia, India, Sudáfrica, Brasil, Argentina, México, Bielorrusia, Uzbekistán, Kirguistán, Georgia y Chipre.
El lunes, un día después de que Israel comenzara oficialmente su campaña para administrar terceras inyecciones de la vacuna contra el coronavirus a personas mayores de 60 años, Ash dijo que 45.000 personas han recibido las inyecciones de refuerzo hasta el momento, instando a cualquier persona que aún no haya sido inmunizada a que lo haga.
Ash no estaba al tanto de ningún “efecto secundario especial” entre los ancianos que recibieron terceras dosis.
El primer ministro Naftali Bennett dijo a los ejecutivos de la salud el viernes que el objetivo del gobierno es dar inyecciones de refuerzo a 1,5 millones de israelíes mayores de 60 años en una semana.
En una entrevista el sábado con Canal 12, el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, defendió la decisión de Israel de aprobar terceras vacunas para los ancianos en lugar de esperar a los reguladores estadounidenses, como hizo antes de comenzar a usar las vacunas contra el coronavirus el año pasado.
“Cualquier espera o demora en tomar la decisión costaría vidas. Más personas desarrollarían una morbilidad grave o morirían”, dijo.
Horowitz, quien a los 56 años es demasiado joven para recibir una tercera dosis, dijo que sus padres recibirán inyecciones de refuerzo.
También se le preguntó sobre la posibilidad de que el gobierno imponga más restricciones para frenar el aumento de casos.
“Mi política es una política equilibrada”, dijo, y enfatizó que su objetivo era equilibrar la lucha contra el virus permitiendo que los israelíes trabajaran y asistieran a la escuela. “No quiero un encierro y me abstendré [de] un encierro a toda costa. Las consecuencias fueron terribles“.
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