Enlace Judío México e Israel – Él formaba parte del partido nazi incluso antes de que el mismísimo Adolf Hitler llegara. Su nombre era Rudolf Hess y cuando escuchó a Hitler por primera vez en aquella cervecería de Múnich, quedó completamente cautivado.

Ambos coincidían en que Alemania había perdido la Gran Guerra debido a la traición de judíos y comunistas. Ambos coincidían en que el orgullo alemán debía de ser restaurado de manera rápida y definitiva.

A partir de su encuentro, Hess sería la mano derecha de Hitler, sería su más fiel seguidor, tanto, que, en 1921 Hess arriesgó su vida para salvar a Adolf Hitler en un atentado perpetrado por un grupo marxista.

Cuando el partido nazi se sintió lo suficientemente fuerte para hacer un golpe de estado lo llevó a cabo y Rudolf no se separó de Hitler, quien, para entonces, ya era líder del partido. Cuando el golpe de Estado fracasó, los 2 jóvenes revolucionarios fueron encarcelados en la misma prisión.

Rudolf se sintió verdaderamente afortunado de ser encarcelado junto a Hitler, le ayudó a plasmar todas sus ideas en su libro Mi Lucha y cuando fueron puestos en libertad, rediseñaron juntos la estrategia para llevar el partido nazi al poder con absoluta legalidad.

Comenzaron los años de campaña, en donde Hess fue el entrañable apoyo de Hitler, su secretario eficaz, el hombre de toda su confianza, y sobre todo su amigo más leal.

 


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