Enlace Judío – Un estudio del Centro Médico Sheba afirma que personas con alergias graves pueden recibir la vacuna de Pfizer contra COVID-19 bajo supervisión, informó The Times of Israel.

El hospital abrió una clínica especial para supervisar la administración de vacunas a personas altamente alérgicas, que incluye evaluaciones médicas previas y médicos disponibles para tratar a los pacientes en caso de reacciones graves.

Más de 8,000 personas solicitaron la vacuna, y 429 con alergias graves fueron vacunadas bajo observación. Solo nueve tuvieron reacciones alérgicas. Todos se recuperaron rápidamente y gozaron de buena salud durante el período de seguimiento de dos semanas.

Los hallazgos del estudio fueron publicados en Journal of the American Medical Association.

De acuerdo al estudio, bajo una adecuada supervisión de expertos, “la mayoría de los pacientes con antecedentes de enfermedades alérgicas y, altamente alérgicos, pueden ser vacunados con seguridad”.

La Dra. Nancy Almog-Levin, directora de inmunología clínica de Sheba, quien dirigió el estudio, explicó que las reacciones alérgicas fueron más comunes que con otras vacunas, pero no de manera preocupante y todas las reacciones se manejaron fácilmente.

Señaló que inicialmente había preocupaciones sobre la vacuna de Pfizer para personas altamente alérgicas, y que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. había recomendado no vacunar a estas personas. Desde entonces se ha revisado esta recomendación, y actualmente pocas personas son excluidas por motivos de alergia.

“Ahora, nuestros datos muestran claramente que las personas con alergias graves pueden ser vacunadas con seguridad. Esto es importante para personas con alergias, y también para otras. Porque si vemos que incluso entre las personas más alergénicas la vacuna es segura, podemos deducir que es muy segura en términos de reacciones alérgicas para el resto de la población”, dijo.

Los autores sugieren que su investigación es particularmente significativa, ya que los ensayos clínicos de Pfizer y varios estudios posteriores habían excluido a pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas, y existe confusión sobre el impacto de las vacunas en personas altamente alérgicas.

El estudio describe cómo la cuidadosa evaluación de pacientes alérgicos les permitió recibir las vacunas de forma segura. Un total de 8,102 personas presentaron sus datos a Sheba. De ellas, 6,883 fueron definidas de bajo riesgo y se les aplicó la vacuna en entornos normales.

Posteriormente, los participantes llenaron un cuestionario sobre alergias, tras el cual 785 fueron vacunados regularmente y cinco fueron aplazados. Los 429 restantes requirieron atención de la clínica de alto riesgo, y las vacunas fueron aplicadas bajo observación.

Nueve personas tuvieron reacciones alérgicas, todas mujeres. Seis tuvieron reacciones alérgicas inmediatas leves, como hinchazón de la lengua o tos que se solucionó con antihistamínicos.

Tres pacientes tuvieron reacciones anafilácticas que incluyeron dificultad para respirar. Dos de esos tres tenían un diagnóstico previo de alergia a múltiples medicamentos. Los tres fueron tratados con éxito con adrenalina, antihistamínicos y un inhalador.

“Los nueve pacientes que experimentaron una reacción inmediata a la primera dosis fueron monitoreados por nuestro equipo durante dos semanas; ninguno informó de síntomas alérgicos recurrentes o continuos”, concluyeron los autores.

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