Enlace Judío – Este miércoles, la noche dará comienzo al día más solemne en el calendario judío: Yom Kipur, el día del perdón. En términos generales, la festividad consiste en ayunar durante 25 horas para reflexionar sobre uno mismo, pedir perdón al prójimo y perdonarlo.

En la mañana del jueves, durante la Haftará (lectura de las profecías) se leerá una porción del libro de Isaías, que sirve como recordatorio de no separar los actos rituales de las meditaciones morales y sociales. En el corazón de Yom Kipur, Isaías nos señala que ayunar no sirve si no viene acompañado de fundamentos y cambios éticos. En el capítulo 58, el profeta no se guarda las palabras para explicar que desea D-s del día más sagrado en el judaísmo:

“¿Para qué ayunamos, si no lo tomas en cuenta?

    ¿Para qué nos afligimos, si tú no lo notas?”

Pero el día en que ustedes ayunan,

    hacen negocios y explotan a sus obreros.

Ustedes sólo ayunan para pelear y reñir,

    y darse puñetazos a mansalva.

Si quieren que el cielo atienda sus ruegos,

    ¡ayunen, pero no como ahora lo hacen!

 ¿Acaso el ayuno que he escogido

    ¿es solo un día para que el hombre se mortifique?

¿Y solo para que incline la cabeza como un junco,

    haga duelo y se cubra de ceniza?

¿A eso llaman ustedes día de ayuno

    y el día aceptable al Señor?

 »El ayuno que he escogido,

    ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia

    y desatar las correas del yugo,

poner en libertad a los oprimidos

    y romper toda atadura?

¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento

    y dar refugio a los pobres sin techo,

vestir al desnudo

    y no dejar de lado a tus semejantes?

Si así procedes,

    tu luz despuntará como la aurora,

    y al instante llegará tu sanidad;

tu justicia te abrirá el camino,

    y la gloria del Señor te seguirá.

Llamarás, y el Señor responderá;

    pedirás ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!”

»Si desechas el yugo de opresión,

    el dedo acusador y la lengua maliciosa,

 si te dedicas a ayudar a los hambrientos

    y a saciar la necesidad del desvalido,

entonces brillará tu luz en las tinieblas,

    y como el mediodía será tu noche.

Según Isaías, las acciones de ayuda al prójimo provocarán una respuesta de D-os, quien se aparecerá para decir Hineni, “aquí estoy”. El concepto de Hineni no es uno menor, pues aparece varias veces en la Torá. El rabino David Cohen de la Congregación Sinaí en Wisconsin apunta que D-os cuestiona a figuras de la talla de Adán, Abraham y Moisés sobre dónde estaban. Cohen dice que en la superficie, es una pregunta sin sentido: “si D-os sabe todo, entonces por qué no sabe dónde están”. Bajo esa lógica, explica que la pregunta refiere a dónde estaban con respecto a su toma de decisiones morales. La respuesta de los 3, Hineni, entonces toma otro significado, el de un despertar espiritual. 

El Mahzor Lev Shalem, un libro de rezo publicado por la Asociación Rabínica de EE. UU., explica la importancia del Hineni del que habla Isaías: Entonces, cuando llames, D-os te responderá: cuando llores, D-os dirá Hineini, aquí estoy (Isaías 58: 9)”.

En Rosh Hashaná, en la historia de la unión de Isaac, leemos sobre el llamado de D-os a Abraham y la respuesta de Abraham, ‘Hineni, aquí estoy’. En Yom Kipur, somos nosotros los que llamamos y D-s quien responde: ‘Hineni, aquí estoy”. A través de nuestros actos de rectitud, compasión y reparación del mundo, tenemos el potencial de traer la Presencia Divina al mundo.

A decir verdad, no poseo una amplia educación en temas religiosos. Sospecho que lo plasmado no es una interpretación suficiente ni amplia de Isaías ni del Hineni. Sin embargo, la explicación me pareció conmovedora y acorde con el calendario. Además, resuena con mi cosmovisión: ¿De qué sirve ayunar si no cambiamos, si los oprimidos siguen siendo oprimidos y sin fijarnos en el prójimo?

Asimismo, da cuenta de la amplitud y diversidad de pensamiento en el judaísmo: cada uno de nosotros, sin importar nuestro nivel de observancia o secularidad, puede encontrar interpretaciones que sean coherentes con nuestros valores.

Espero que las palabras de Isaías resuenen: deseo que para el siguiente año el mundo sea un lugar más justo para todos sus habitantes y que aparte del ayuno físico podamos trabajar para llegar a él. 

 


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