Enlace Judío – El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, afirmó hoy que el líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, “deslegitima peligrosamente” su gobierno luego de ser ignorado durante la intervención del exmandatario en el evento de despedida del director saliente del Shin Bet, Nadav Argaman, informó The Times of Israel.

Durante su discurso, Netanyahu mencionó a todos los presentes, excluyendo Bennett y provocando el enojo de algunos de los asistentes, quienes dijeron que “hay un primer ministro aquí”.

Los medios hebreos informaron que Netanyahu decidió ignorar a Bennett en respuesta a un presunto desaire en un discurso del primer ministro cuando dijo: “Ahora estamos en la era del nosotros, no en la del yo”.

Un funcionario de la oficina de Bennett dijo a Ynet que el mandatario se refirió a la cooperación necesaria entre las distintas ramas de seguridad. Sin embargo, esa línea no se incluyó en la transcripción oficial del discurso que se dio a conocer a los medios de comunicación.

Esta tarde Bennett escribió en su página de Facebook: “El malestar durante un evento tan digno y conmovedor fue una vergüenza. Yo no era el único que se movía incómodo en su silla”.

“Espero que el líder de la oposición comprenda que los desacuerdos políticos son algo natural”, añadió Bennett. “Los desacuerdos son parte de la vida. Pero socavar la legitimidad de un gobierno en Israel es peligroso”.

Netanyahu ha desprestigiado y deslegitimizado a Bennett y a su gobierno desde que volvió a la oposición.

Durante una tormentosa sesión en el pleno de la Knéset, Netanyahu alegó este lunes que Bennett “no es un verdadero primer ministro”.

“Cuando tenía tres años, arreglé los sillones de la sala, agregué sillas, me senté y dije: ‘Soy piloto, estoy volando un avión’, pero no era piloto. Estaba sentado en una silla, fingiendo ser piloto”, dijo el exprimer ministro.

“Cuando un niño de tres años hace eso, es bonito. Cuando Bennett se sienta en la silla del primer ministro y dice: ‘Soy piloto, estoy volando este avión’, pero en realidad no toma las decisiones, puede ser primer ministro por título, pero no es un verdadero mandatario. No es bonito, es patético e incluso peligroso. Todo es fingido”, acusó.

Por su parte, Bennett, ha presentado a su gobierno como representante de un nuevo camino de cooperación y diálogo, tanto en Israel como en las relaciones con el mundo, acusando a Netanyahu de divisionismo y de preocuparse de sus propios intereses durante su mandato.

En su página de Facebook afirmó este viernes que es “el primer ministro menos influenciado por lobistas y grupos de presión en décadas. No le debo nada a nadie, y por tanto no tienen ninguna influencia sobre mí”, apuntó.

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