Enlace Judío México e Israel.- Durante un mes podremos disfrutar diversas actividades y exposiciones en el evento “500 años de presencia judía en México”, organizado por el Centro Deportivo Israelita y la Fundación Hispano Judía.

Uno de los motivos más importantes para realizar estas acciones es para que la comunidad judía y otras personas puedan sumergirse en el pasado y conozcan sobre algunos hechos que ocurrieron en 500 años.

Fernando M. Díaz, de origen criptojudío, es uno de los artistas que participan en la exposición ” A puerta cerrada” que reúne pintura, escultura y vasijas intervenidas, con tema de los criptojudíos en la Nueva España.

“Mi trabajo plástico se desarrolla sobre la identidad (entre la cultura judía y la de México)”, reveló.

Para la muestra expuesta en el CDI, la obra de Díaz consiste en una puerta en cuadro de oro que pertenece al periodo del barroco.

La puerta de Díaz tiene varias representaciones importantes que destacar. Por ejemplo, hasta que la religión fue libre en México, los judíos que vivían en la Nueva España no podían expresarlo abiertamente.

De este modo, quienes cumplían con la Mitzvá de la mezuzá, la tenían que ocultar bajo el piso.

“(En la escultura de puerta) de un lado, la hoja de oro está sin patinar y del otro lado está con betún de Judea, está escrita una medida, que significa la unión de las dos culturas.

“Además de una llave sobre una placa de algodón hecha a mano, está una mezuzá oculta en la chapa de la puerta, porque uno de los problemas para cumplir la Mitzvá es donde se escondía la mezuzá; yo la escondí (en este puerta) en la chapa, entonces está asomando un poquito.

“Y la otra parte son unos charales que son símbolo de la migración y la sobrevivencia, porque los charales es una especie endémica en México, y se cruza con un texto en hebreo en una cruz, donde convivimos las dos culturas”.

La expresión despectiva  ‘es un ladino’, término que llegó a México gracias a los judíos: Fernando M. Díaz

En la actualidad se sigue usando el término ladino de manera despectiva para aquellas personas que abusan de la confianza de alguien.

Lo interesante es que esta palabra proviene del judaísmo y se utilizó para engañar a los españoles durante la época de la Conquista, en la Nueva España.

Con lágrimas en los ojos , Fernando M. Díaz explica cómo el ladino se refleja en el lenguaje de México.

En aquellos años, cuando se formaba la Nueva España y se fusionaban dos culturas muy diferentes, algunos indígenas aprendieron a hablar “ladino”, una lengua proveniente de los judíos sefaradíes.

“Aprovechaban que sabía la lengua para sacar mayor provecho de los intercambios que se hacían. De ahí derivó que fuera peyorativo porque era el indio que se aprovechaba tanto del indígena -que no sabía el español- como del español -que no sabía la lengua indígena-“.

Fernando M. Díaz platicó que un día se emocionó después de escuchar que una chica que ayuda con el aseo comentara que “su perro estaba manqueando, quiere decir que estaba rengueando.

“¡En la lengua se guardan los restos (de las culturas)!”

“Yo sospecho que fueron los judíos quienes enseñaron el “ladino” a los indígenas porque muchos judíos hablaban las lenguas indígenas y se comunicaban en ellas para esconder lo que decían en realidad, frente a los españoles”.

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