Enlace Judío – El ministro de Salud de Israel, y líder del partido Meretz, Nitzan Horowitz, realizará en los próximos meses una serie de reformas para facilitar el acceso al aborto, informó Ynet.

Según las leyes actuales, el derecho al aborto es concedido por comités de interrupción del embarazo que se encuentran en los hospitales del país.

Horowitz planea poner fin a la persuasión de las solicitantes para evitar el aborto.

De acuerdo al reporte citado por The Times of Israel, El Ministerio de Salud introducirá una serie de medidas para facilitar el acceso al aborto a través de los comités, eliminando barreras existentes, como el interrogatorio invasivo de los motivos de la interrupción del embarazo.

La dependencia evalúa la posibilidad de trasferir parte de la responsabilidad de los abortos inducidos por fármacos y en fase inicial a los servicios de salud, siguiendo a varios países occidentales.

“Debería ser un hecho que los derechos sobre el cuerpo de una mujer son sólo de la mujer”, dijo Horowitz a Ynet.

“Cualquier decisión, o procedimiento médico, como la elección de realizar o no un aborto, debe estar en manos de la mujer. No tenemos ningún derecho moral para decidir por ella cómo lidiar con un embarazo no deseado”, enfatizó.

Horowitz denunció el proceso “ridículamente anticuado” y “machista” en el que las mujeres deben explicar por qué quieren interrumpir un embarazo no deseado, y lo calificó de “broma pesada”.

Sostuvo que el interrogatorio no tiene sentido, ya que las mujeres pueden optar por dar respuestas que faciliten la obtención del aborto.

“¿Por qué debería una mujer tener que mentir para obtener la autorización?”, preguntó.

Las diputadas Mijal Rozin y Gaby Lasky de Meretz tienen previsto presentar una nueva legislación que eliminará la necesidad de obtener la autorización de los comités para abortos realizados dentro de las primeras 12 semanas de embarazo. En el caso de abortos hasta la semana 23, los comités estarán a cargo del asesoramiento y no de la autorización.

“Las mujeres merecen plena autonomía en todo lo relacionado con su cuerpo, y es hora de consagrarla en la legislación”, dijo Rozin en un comunicado.

Sin embargo, es probable que dicha legislación enfrente la oposición de otros miembros de la coalición, como el partido islamista Ra’am y las facciones de derecha.

Como medida inicial, el Ministerio de Salud determinará las zonas y hospitales que recibirán más solicitudes de aborto, con el fin de solucionar las largas esperas que enfrentan las mujeres antes de poder programar una audiencia con el comité, lo que significa que el procedimiento se lleva a cabo a veces más tarde de lo necesario en el embarazo.

El formulario de solicitud de aborto, que data de 1977, se modificará en las próximas semanas.

El nuevo texto suprimirá el cuestionario sobre el uso anticonceptivos o algún método para interrumpir el embarazo en las primeras fases. Además, el proceso de solicitud se digitalizará para revisión de los comités previo a las audiencias.

Según los datos del Ministerio de Salud, en 2020 se registraron 17,548 solicitudes de aborto, de las cuales el 74% se llevaron a cabo antes de la novena semana de embarazo. Los abortos están subvencionados por el Estado y concede la gran mayoría de las solicitudes.

Sharon Orshalimy, estudiante de doctorado en gestión sanitaria y activista por el derecho al aborto, dijo a Ynet que las leyes vigentes en Israel limitan los abortos, los autoriza según criterios específicos, como la edad de la mujer, embarazo fuera del matrimonio o como resultado de una violación. Otros criterios se centran en cuestiones de salud del feto o de la mujer embarazada.

Orshalimy señaló que existen 38 comités en todo el país y por lo tanto es difícil concertar citas con algunos de ellos.

Como resultado, existe una división socioeconómica, ya que quienes pueden permitirse abortos privados al margen de la ley y del proceso de los comités están en un lado, mientras que quienes carecen de recursos financieros se ven obligadas a mentir a los comités sobre el embarazo o decir que sufren problemas de salud mental.

“Las mujeres que no son ricas y no quieren mentir no tienen realmente el derecho a elegir o la posibilidad de recibir la autorización de un comité”, recalcó.

En 2017, activistas dijeron a un comité de la Knéset que cada año se practican en Israel unos 15,000 abortos ilegales, muchos de ellos por médicos que eluden el proceso de aprobación oficial, pero otros por profesionales no calificados que podrían poner en peligro la vida de las mujeres.

Las normas actuales de los comités de aborto se establecieron en 1988 con el objetivo de evitar abortos innecesarios y fomentar la natalidad.

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