Enlace Judío – La primera fase de la reforma de certificación kosher de Israel, con el objetivo de crear una mayor competencia y debilitar el monopolio del Gran Rabinato, entró en vigor este domingo, informó The Times of Israel.

La reforma, encabezada por el ministro de Servicios Religiosos, Matan Kahana, permitirá a organizaciones privadas supervisar la certificación kosher a partir de 2023.

La legislación al respecto fue aprobada a finales de octubre por la Comisión de Servicios Religiosos de la Knéset, y pasó sus últimas lecturas en la legislatura a principios de noviembre.

En la primera etapa, que ya ha entrado en vigor, cualquier restaurante, tienda de alimentos y fábrica podrá elegir entre todos los consejos religiosos del país para la supervisión de kashrut, en lugar de recurrir únicamente a su consejo local.

Después de que la segunda y última etapa entre en vigor el 1 de enero de 2023, se establecerán agencias privadas para la certificación kosher, actualmente en manos del Gran Rabinato. Estas agencias estarán obligadas a mantener las normas religiosas establecidas por el Gran Rabinato. El objetivo de la medida es aumentar la competencia para reducir los costos de las empresas que buscan la certificación.

Las agencias privadas estarán autorizadas a emitir certificaciones que indiquen que están “bajo la supervisión del Rabinato” y harán públicas las normas religiosas que mantienen en su certificación. Se espera que cada agencia esté dirigida por un rabino certificado por el rabinato local de la ciudad.

El plan también contempla la creación de un organismo de supervisión general dentro del Gran Rabinato para controlar las agencias privadas y garantizar que mantienen las normas que han prometido cumplir. Permitirá que los consejos religiosos y rabinos municipales locales también proporcionen certificaciones kosher.

Según un estudio reciente del Instituto de la Democracia de Israel (IDI), el sistema de certificación kosher del país está plagado de ineficacias y procesos poco transparentes que cuestan a los contribuyentes alrededor de 13.1 millones de NIS (4 millones de dólares) más al año y dan lugar a certificaciones duplicadas y triplicadas.

La reforma ha sido rechazada por la comunidad ultraortodoxa y los políticos jaredíes. Los diputados de la oposición presentaron más de 1,000 enmiendas a la legislación, la gran mayoría de las cuales fueron rechazadas.

En octubre, decenas de activistas y supervisores de kashrut protestaron en Tel Aviv contra la reforma, alegando que dejará a cientos de ellos sin trabajo. Otros cocinaron mariscos no kosher en una protesta frente al domicilio particular de Kahana en el Moshav Beit Gamliel. Los manifestantes afirman que la legislación conducirá a la creación de agencias certificadoras kosher sin una supervisión o regulación suficientemente estricta.

Kahana aclamó su reforma este domingo en una publicación de Facebook, diciendo que “impulsará el sistema de certificación kosher hacia una mejor organización y supervisión del kashrut”.

“La opción de que cada rabino de la ciudad, a través de un consejo religioso, proporcione certificados kosher en todas las zonas del país… abre el mercado de kashrut a la competencia”, escribió Kahana, argumentando que esto conducirá a “un mejor servicio, más serio, más meticuloso y más conveniente para propietarios de negocios”.

Sostuvo que la reforma fortalecerá al Gran Rabinato, ya que este se convertirá en “un órgano de supervisión con una autoridad sólida”.

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