Enlace Judío – El comisionado del gobierno israelí para COVID-19, Salman Zarka, negó este lunes la creciente especulación luego de reportes surgidos la semana pasada de que Israel busca llegar deliberadamente a la “inmunidad de rebaño” con la variante Ómicron, informó The Times of Israel.

“No tenemos una política de contagio masivo. La ‘inmunidad de rebaño’ no tiene una base científica”, dijo Zarka en una rueda de prensa. “Actualmente nos enfrentamos a una ola combinada, con la variante Delta aún activa, y bastantes pacientes hospitalizados que la padecen”.

Agregó que el sistema de atención de la salud estaba siendo abrumado por la influenza y que los casos de Ómicron seguirían aumentando. “No podemos evitar que el virus se propague, [pero] estamos trabajando para reducir la morbilidad y proteger a las personas, especialmente a las que están en riesgo”.

Sus comentarios se produjeron un día después de que el primer ministro Naftali Bennett especulara que Israel podría llegar pronto a registrar hasta 50,000 casos en un día, debido a la incapacidad de detener la propagación de la variante Ómicron.

El domingo temprano, el director general del Ministerio de Salud, Najman Ash, sugirió que una creciente tasa de contagios podría eventualmente poner a Israel en una situación de “inmunidad de rebaño”, aunque a un alto costo, y también rechazó que esta sea una política buscada por el gobierno.

“La tendencia es al alza, definitivamente habrá un aumento”, dijo Ash. “Veremos números más grandes. ¿Dónde se detendrá? Es difícil saberlo. El precio de la ‘inmunidad de rebaño‘ son muchas infecciones, y eso puede terminar sucediendo. Los números deben ser altos para alcanzar la ‘inmunidad de rebaño’, es algo que es posible. Pero no queremos alcanzarlo mediante contagios. Queremos que suceda como resultado de la vacunación de muchas personas”.

En un informe entregado al gabinete del coronavirus del gobierno de Israel y en una serie de entrevistas con medios, el profesor Eran Segal del Instituto Weizmann de Israel estimó que de 2 a 4 millones de la población total de Israel de unos 9.5 millones terminarán contrayendo Ómicron, pero la cantidad de los casos graves simultáneos no superarán el récord actual de aproximadamente 1,200.

Mientras tanto, expertos del Instituto Gertner y del Instituto Tecnológico Technion-Israel presentaron varios escenarios al Ministro de Salud Nitzan Horowitz, a los funcionarios del Ministerio de Salud y a los administradores de hospitales, siendo el más extremo uno que estimó que el 99% de la población podría contraer Ómicron.

En una aparente respuesta a las predicciones de Bennett y otros, Horowitz dijo que tales “escenarios apocalípticos” eran injustificados y solo servían para asustar al público.

Los defensores de la “inmunidad de rebaño” sostienen que los infectados con Ómicron son los más protegidos contra la variante de nnuevo, y si un porcentaje suficientemente grande de la población tiene esa protección, conducirá al final del brote, al menos hasta que comience una nueva variante o hasta que esa inmunidad disminuya con el tiempo.

Horowitz y otros miembros del gabinete han tratado de mantener al mínimo las restricciones sanitarias, a favor de proteger la economía. Zarka dijo el lunes que cualquier medida que no sea de largo alcance sería ineficaz de todos modos.

“En la situación en la que nos encontramos, las restricciones leves no ayudarán. Podemos adoptar restricciones muy importantes como el primer confinamiento, porque otras restricciones no reducirán las infecciones. Por lo tanto, no estamos recomendando restricciones en este momento solo por decir que las pedimos”.

“Nuestro objetivo es equilibrar la detección rápida de casos verificados, especialmente entre los grupos de alto riesgo a quienes podemos ofrecer los nuevos medicamentos que hemos adquirido, mientras que al mismo tiempo permiten la mayor cantidad de vida normal posible”, dijo Zarka.

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