Enlace Judío – La nueva Fiscal General Gali Baharav-Miara tomó posesión de su cargo el martes, tras la confirmación unánime de su nombramiento por el gabinete, en reemplazo de Avijai Mendelblit, informó The Times of Israel.

La exfiscal de distrito de asuntos civiles de Tel Aviv, de 62 años, es la primera mujer en asumir el cargo.

Baharav-Miara asume el puesto en medio de una creciente confusión e indignación por el presunto uso ilegal de programas de espionaje por la policía contra sospechosos y no sospechosos, entre ellos personas de interés en el juicio del exprimer ministro Benjamín Netanyahu, y la disminución de la confianza pública en el sistema judicial.

“Fortalecer la confianza pública en el sistema judicial es una de mis más altas prioridades”, dijo en la ceremonia de bienvenida en Jerusalén. “En los últimos días se ha producido una preocupante disminución de la confianza pública en los sistemas de asesoramiento jurídico y de aplicación de la ley. Se me ocurren varias razones para ello, entre ellas el impacto de los acontecimientos externos y los ataques al sistema judicial y de aplicación de la ley. Pero es un error atribuir la desconfianza pública en el fiscal general únicamente a partes externas”.

Al comentar las acusaciones de espionaje, Baharav-Miara dijo, “naturalmente, una de las primeras cuestiones que abordaré son las acusaciones sobre las medidas utilizadas por la Policía de Israel”.

El primer ministro Naftali Bennett dio a entender el lunes que Baharav-Miara se encargará de la investigación sobre el caso.

“Yo diría que es una ventaja que ella no sea del establishment“, dijo. “Discutiremos, entenderemos la situación y no dejaremos al público sin respuesta. Comprendemos la gravedad del asunto”.

“Este es un día de un nuevo comienzo y un día así siempre es optimista”, dijo en la ceremonia del martes el ministro de Justicia, Gideon Sa’ar, quién impulsó el nombramiento de Baharav-Miara.

“Se está haciendo un nuevo comienzo sobre los gloriosos cimientos de esta institución, la oficina del fiscal general, que ha hecho una contribución histórica para inculcar los valores del Estado de Derecho en el servicio público del Estado de Israel”.

Sin embargo, Sa’ar señaló que el nuevo comienzo implica una corrección del rumbo que se llevaría a cabo “juntos, con responsabilidad y discreción”.

Sa’ar ha expresado su intención de dividir las funciones del fiscal general, que actualmente actúa como asesor jurídico del gobierno y como fiscal general del Estado, lo que significa que la misma persona puede encargarse de supervisar el enjuiciamiento de miembros del gobierno y de defender sus maniobras, una situación que, según algunos, crea un conflicto de intereses. Mandelblit se opuso a esta división, pero Baharav-Miara parece apoyarla.

En sus declaraciones, el ministro de Justicia describió el papel del fiscal general como “el más difícil y desafiante de la administración pública”.

Deseó éxito a Baharav-Miara, calificándola de “profesional consumada” con décadas de experiencia en el servicio jurídico público, y en particular en la representación del Estado ante los tribunales.

La nueva fiscal general tendrá que tratar varios casos de alto perfil. Entre ellos, el paradero de los obsequios estatales entregados al exprimer ministro Benjamín Netanyahu que se le ordenó devolver, un obsequio de 20,000 dólares de un multimillonario australiano al exjefe del Mossad, Yossi Cohen, y el presunto acoso del testigo estatal Shlomo Filber por parte de dos ayudantes de Netanyahu.

También tendrá que determinar si y cómo proceder con las negociaciones sobre un acuerdo de culpabilidad para Netanyahu, que está siendo juzgado en tres casos de corrupción y cuyos abogados negociaron con Mandelblit, al parecer acercándose a un acuerdo, en las últimas semanas.

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