Enlace Judío México e Israel – La Torá Escrita (el Jumash – Pentateuco) tiene cientos de historias que narran los sucesos ocurridos desde la creación del mundo hasta la muerte de Moisés y la preparación del pueblo judío para entrar a la tierra de Israel. Aunque cada una de ellas es suma importancia y viene a enseñarnos cosas distintas, hay ciertas historias que suelen repetirse con cotidianidad en los ritos y rezos judíos, se escogen esas historias en momentos determinados porque se quiere recordar el aprendizaje que esconden y los principios que proyectan en cierta forma las encarnamos en las actividades rituales que realizamos. Dos de las historias más icónicas de la Torá que a lo largo de los siglos han tenido un enorme impacto en el mundo y en la cosmovisión judía son la narración de la Creación del mundo y el Éxodo de Egipto. Ambas las recordamos todos los sábados en el rezo de kidush que hacemos al santificar el día; la pregunta es obligada ¿por qué específicamente estos dos eventos?, ¿qué tienen en común? y ¿cómo se relacionan con el Shabat? Las siguientes conclusiones parten de un análisis a las historias y ciertas reflexiones filosóficas esperamos les gusten.

D-os y el sentido del mundo

Creación y Éxodo. planetasUn aspecto en común que ambas historias comparten y es acorde al espíritu de Shabat es que muestran a un D-os que se expresa a través de la materia y participa en los asuntos del hombre. Además nos indican que el mundo desde su nacimiento se dirige hacia un mejor lugar; cada vez que la Torá narra una creación nueva dice “y vio D-os que era bueno” eso implica que las cosas fueron desde un inicio creadas con la cualidad de bondad en ellas y se dirigen hacia el desenvolvimiento de ello, la perfección de sí mismas. Cuando hablamos de un ser consciente que creó el mundo y lo dirige también implicamos que el mundo no funciona de forma aleatoria, sino que tiene un sentido intrínseco en él.

En cuanto al Éxodo, todas las plagas representan la Revelación de D-os frente al mundo, se demostró que había un ser consciente que controlaba la materia, pero más importante aún que ese control partía del carácter moral de los pueblos. Lo que el Éxodo de Egipto reveló es que el ser que controla la materia también influye sobre la historia humana. Es decir que D-os es el D-os de la materia y el D-os de la historia humana; y que ambas funcionan bajo un carácter moral. Eso lo decimos en nuestros rezos cuando afirmamos “Hashem Hu HaElokim.” (1) En sí la práctica judía radica en volver propio ese principio y llevarlo a nuestras vidas.

Nota: El nombre de D-os no es éste, originalmente no lleva la “k”. Además, la palabra “Hashem” se refiere al Tetragramaton, en ambos casos se escribe de esta manera para evitar faltar al respeto al nombre original.

El carácter moral de la Gueulá (Redención)

Uno de los elementos más importantes del Éxodo de Egipto es la lectura que al salir los hebreos de Egipto, se demostró el carácter moral de este pueblo sobre el egipcio. Los midrashim nos cuentan que durante la plaga de la oscuridad ningún hebreo robó ni tomó los bienes de los egipcios, demostrando así su integridad. También se nos dice que aquel que reconoció a D-os hebreo o no, egipcio o no, se unió a la gente de Moisés, participó del sacrificio de Pesaj (el cordero) y como tal salvó su casa de la muerte en la última plaga. Es decir integrarse al Éxodo no dependía del origen étnico sino de las premisas morales. Que fueran los hebreos quienes obtuvieron el favor divino además invierte las percepciones morales de la época. El mundo antiguo se regía por la fuerza y el poder, se le asignaba un carácter moral a esas dos cualidades, se consideraba que eran esas naciones las que estaban del lado de la historia. El pueblo hebreo justo era un pueblo débil, de esclavos, que fueran ellos los liberados rompe el parámetro moral del momento.

En los comentarios se remarca la diferencia entre el Éxodo y otras liberaciones sociales; la diferencia radica en que durante el Éxodo D-os se reveló al mundo a través de esa liberación. Lo mismo se piensa que ocurrirá en la Redención final a la cual llamamos Gueulá. La Revelación divina a través de la historia radica en que los principios morales bajo los cuales D-os rige el mundo serán evidentes para quien la presencia.

Consecuencias para la fe

Creación y Éxodo. DevociónPara mí el aprendizaje más importante que ambas historias traen es que D-os se expresa a través de la realidad. En el judaísmo no se valora la fe ciega, uno tiene la obligación de estudiar a profundidad la Torá porque tiene la obligación de entender, no podemos separar lo que vemos en nuestro presente, en la realidad material e histórica que nos rodea de de lo que creemos; debe haber una sintonía entre ambos. Finalmente D-os está en la realidad, cuando vemos que una creencia nuestra entra en contradicción directa con la realidad misma, tenemos la obligación de cuestionarla y buscar una respuesta que sea coherente. El judaísmo debe llevarnos a mayor conexión con la realidad, no a separarnos de ella y en eso la razón es un elemento de gran importancia, uno nunca puede anular su razón.

Dos formas de devoción

Dichas implicaciones también impactan en cómo entendemos la devoción o el servicio a D-os. En toda cultura, religión e ideología hay dos formas de ser devoto: anulando la voluntad o alineando ésta al ideal buscado. Personalmente considero a la primera sumamente nociva, cuando uno se anula deja de participar en el mundo y le abre camino al totalitarismo. Seguir un ideal por la necesidad de seguirlo, sin racionalidad que lo sostenga, sin cuestionar los daños que éste puede ocasionar en el mundo o directamente sin ver los daños que le causan en su propia vida, es el inicio de la imposición y eventualmente lleva a la destrucción de todo el que no cree en lo mismo.

En cambio cuando uno alinea su voluntad con la de un ideal más puro no está anulándose ve con sus propios ojos la bondad de lo que cree y no busca imponerlo sobre los demás; intenta comunicarlo, intenta compartirlo, porque parte de la sinceridad y de percepciones propias. Una persona con este tipo de devoción está dispuesta a hacer las preguntas correctas, a ser honesto en sus respuestas y generar una congruencia entre lo que ve, lo que siente y lo que percibe. Su fe embellece su realidad, no la niega.