Enlace Judío – Las fuerzas rusas atacaron Ucrania inmediatamente después de la declaración de guerra de Putin el miércoles por la noche. Uno de los blancos es la ciudad de Uman, donde se encuentra la tumba del Rabino Najman de Breslev. Al menos un hombre ha muerto en la ciudad y se ha declarado la ley marcial, informó The Jewish Press.

En una entrevista al rotativo, el director ejecutivo de Hatzalah Ucrania, Shlomo Rosilio dijo que los bombardeos comenzaron esta mañana y han continuado durante horas.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció una “operación militar” en Ucrania a primera hora del jueves. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, declaró la ley marcial en todo el país e instó a sus ciudadanos a tomar las armas, según un reporte de The Times of Israel.

“El futuro del pueblo ucraniano depende de cada ucraniano”, dijo Zelensky, e instó a todos los que puedan defender el país a acudir a las instalaciones de reunión del Ministerio del Interior.

“Rusia ha atacado a Ucrania de forma cobarde y suicida, como lo hizo la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial”, dijo el presidente ucraniano en una sesión informativa en línea, durante la cual llamó a los ucranianos a “salir” y “protestar contra esta guerra”.

Zelensky pidió a los líderes mundiales proporcionar asistencia en materia de defensa y ayudar a proteger el espacio aéreo de Ucrania. También cortó formalmente las relaciones diplomáticas con Rusia.

Uman está en el punto de mira debido a la presencia de un aeropuerto militar en la ciudad, no muy lejos de la tumba, “por lo que es un blanco estratégico”, explicó Rosilio.

“Los bombardeos continúan, pero ahora mismo no hay forma de salir, porque no se permite a nadie moverse ni salir a la calle. Las fuerzas militares de Ucrania están patrullando la ciudad. También es muy peligroso moverse”, añadió.

Rosilio conversó con el embajador de Israel en Ucrania a primera hora de la mañana, pero, según dijo, se cortó la comunicación, y desde entonces no ha podido contactarlo.

“Treinta autobuses turísticos y conductores que fueron pagados por adelantado y esperaban para evacuar a los judíos de la zona, desaparecieron en el momento en que comenzó el bombardeo”, dijo.

“No hay un solo conductor que esté dispuesto a ir a la frontera ahora. Tienen miedo porque muchas zonas del ejército están siendo bombardeadas y los conductores no quieren dejar a sus familias. No quieren conducir las 12-13 horas de ida y vuelta, y estar lejos de sus familias tanto tiempo, y no saber ‘qué va a pasar mañana’. Así que todos se fueron”.

Decidido a encontrar una manera de evacuar a los judíos de la zona de peligro, Rosilio comenzó a indagar para comprar un autobús. “Cuestan alrededor de 120,000 dólares, pero es la única forma de salir en este momento. Podría darse otra situación, pero por el momento, esto es lo que hay”, concluyó.

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