Enlace Judío.- El Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén ha arremetido contra las restricciones de reunión que, según la policía israelí, serán necesarias para garantizar la seguridad de los participantes en el ritual del Fuego Sagrado de este mes, publicó The Jerusalem Post.

Según una carta difundida esta semana por el Patriarcado de cara a la Semana Santa, la policía ha pedido que solo entren 1.000 personas en la Iglesia del Santo Sepulcro para el ritual del Fuego Sagrado, aunque es costumbre que acudan muchos miles de fieles. También ha dicho que solo 500 personas pueden ingresar a la Ciudad Vieja y llegar a los patios del Patriarcado y al techo que da a la Iglesia del Santo Sepulcro.

La iglesia del Santo Sepulcro es el sitio donde los cristianos ortodoxos creen que Jesús fue crucificado y enterrado. Durante la ceremonia, los participantes son testigos de una llama que parece emerger sobre su tumba. El evento tiene lugar cada año el sábado anterior a la Pascua ortodoxa, que este año cae el 24 de abril.

La policía no respondió fácilmente a una solicitud de comentarios.

“Afirmamos nuestro firme y renovado compromiso con nuestro derecho natural de celebrar nuestras fiestas junto con nuestras comunidades, familias y participar juntos en oraciones en nuestras iglesias en la Ciudad Vieja de Jerusalén, incluido el derecho básico de todas nuestras comunidades a acceder a la Iglesia del Santo Sepulcro y sus alrededores durante las festividades de Pascua, incluido el Sábado de la Santa Luz”, dijo el Patriarcado en un comunicado. “Nuestras comunidades han venido ejerciendo libremente este derecho divino a lo largo de las épocas y de los diferentes gobernantes, sin importar las circunstancias por las que atravesó la Ciudad Santa en la historia”.

El Patriarcado afirmó que “tener acceso a las iglesias en la Ciudad Vieja, especialmente durante las vacaciones de Semana Santa” se ha vuelto cada vez más difícil en los últimos años, y dijo que “no hay justificación” para las restricciones adicionales implementadas este año.

El Patriarcado “afirma su rechazo explícito, claro y completo a todas las restricciones”, diciendo que está “harto de las restricciones policiales a la libertad de culto y de sus métodos inaceptables de tratar con los derechos otorgados por Dios a los cristianos para practicar rituales y tener acceso sus lugares santos en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

“En consecuencia, el Patriarcado ortodoxo de Jerusalén ha decidido, por el poder del Señor, que no comprometerá su derecho a brindar servicios espirituales en todas las iglesias y plazas. También anuncia que el Patriarcado y sus sacerdotes realizarán oraciones como de costumbre, esperando que los creyentes puedan participar”, concluyó el comunicado.

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