Enlace Judío México e Israel – Con mucha frecuencia y facilidad, buscamos y encontramos imperfecciones en nosotros mismos. No me gusta tener las piernas tan flacas, quiero tener más pelo, me choca no ser bueno para las matemáticas, quiero la piel más morena o tal vez… más suave, me encantaría cantar más bonito…

SUSAN PICK

Existe un término en japonés, difícil de traducir que puede sernos muy útil cada día de nuestras vidas: wabi sabi. Se refiere a la belleza que consigo trae la imperfección. Es esta una corriente de lo estético y de la comprensión del mundo. Incluye características tales como asimetrías, crudezas, rudezas, modestia, autentiticidad, agudeza, imprecisiones e ingenuidades. Nos invita a apreciar la imperfección y la impermanencia; la suavidad y la dureza; lo diferente y lo semejante; en pocas palabras… a aceptar la unicidad de cada objeto, cada actividad y cada ser humano.

Así por ejemplo al integrar wabi sabi en nuestra vida nos invitaría a agradecer y apreciar el ciclo de la vida en su totalidad: nacimiento, crecimiento y muerte. Nos ayuda a apreciar lo que algunos podrían ver como fallas incluyendo ejemplos de patrones de conductas, caprichos de la personalidad de cada quien y formas físicas únicas. Podemos incluir pelo de formas y colores, arrugas, paso lento al caminar, cicatrices, lectura pausada, sensibilidad ante los olores o sonidos, tartamudez, asperezas de la piel, traumas de desarrollo, o incapacidad de entretenernos solos.

Integrar la visión de wabi sabi en el cada día puede ser una bellísima forma de querernos y apreciarnos más. Al integrar todo lo que somos en un hermoso y único paquete podemos querernos mucho más y juzgarnos mucho menos. Apreciar el paquete completo es un regalazo. Es así como podemos integrar ser gordo, cantar bien, tener un pie más corto que el otro, ser empático y cariñoso exageradamente alta, de bello pelo rubio y chino, escasas cejas, con torpeza física y social y capacidad analítica excelente sentido del humor, ser un amigo leal, cojear, ser inseguro y tener poco pelo.

Los invito a ver hacia dentro de cada uno de nosotros e incorporar la filosofía wabi sabi en sus vidas… y pensándolo… podríamos aplicarlo también en nuestras relaciones con los demás: si dejamos de juzgar a los demás, de verlos desde nuestro sesgado y muy particular punto de vista podemos apreciar mucho más el paquete completo de un regalo que no nos gusta, de un deporte que nos da flojera, y la manera de ser y de verse del vecino, la amiga, la tía, la suegra y el papá.


 

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