Enlace Judío – En sus primeros comentarios desde la renuncia de la diputada Ghaida Rinawie Zoabi a la coalición de gobierno, el canciller Yair Lapid aseguró este viernes que era demasiado pronto para hablar del fin del gobierno, informó The Times of Israel.

Según el sitio de noticias Ynet, la coalición ahora tiene la impresión de que Ghaida Rinawie no hará caer al gobierno.

“Ya hemos sido elogiados 5 veces con transmisiones especiales y regresamos”, escribió Lapid en Facebook. “Ahora esas mismas personas te dicen que todo terminó: no terminó, todavía estamos aquí”.

Lapid dijo además que el gobierno es “lo correcto para el Estado de Israel y el pueblo de Israel”, y agregó que no permitirá que se derrumbe.

“No tenemos ninguna intención de rendirnos o renunciar a ello. No tenemos intención de darles a Bibi y [el diputado de extrema derecha Itamar] Ben-Gvir la oportunidad de destruir el país. Haremos lo que hacemos cada vez, nos sentaremos con quienes necesitamos sentarnos y arreglaremos lo que se necesita arreglar”, dijo.

La renuncia de Rinawie Zoabi, anunciada el jueves, conmocionó la arena política de Israel, poniendo a la coalición gobernante del primer ministro Naftali Bennett al borde del colapso, con el apoyo de solo 59 diputados de 120.

Pero con los otros 61 miembros de la Knéset divididos entre un bloque religioso de derecha, la Lista Conjunta de mayoría árabe de 6 diputados y 3 desertores de la coalición que podrían enfrentar sanciones si se convocan elecciones, la especulación queda sobre si el líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, podría obtener los 61 votos necesarios para disolver la Knéset, o incluso reemplazar la coalición con su propio gobierno, sin recurrir a las elecciones, en caso de que más diputados de derecha abandonen la coalición.

Sin embargo, Rinawie Zoabi el viernes parecía menos interesada en derrocar al gobierno y dijo que seguirá apoyando a la coalición “mientras tanto”.

“Mientras tanto, apoyaré a la coalición”, dijo Rinawie Zoabi en una entrevista con la Radio del Ejército, “siempre que esté atenta a las necesidades de la sociedad árabe”.

En una entrevista separada con Nas Radio en idioma árabe, la legisladora afirmó que no descarta la posibilidad de renunciar a la Knéset.

“Mi objetivo es terminar mi mandato con la cabeza en alto en la comunidad árabe”, dijo.

Si Rinawie Zoabi renunciara a la Knéset, Meretz recuperaría su escaño y la siguiente persona en la lista del partido ingresaría a la legislatura, lo que devolvería la coalición a 60 diputados.

Altos legisladores de la coalición se pusieron en contacto con Rinawie Zoabi el viernes en un intento por resolver la crisis.

Se dijo que una conversación entre el legislador y el líder del partido Meretz, Nitzan Horowitz, el viernes fue “larga y buena”, según varios reportes, que no dieron fuentes ni más detalles sobre las conversaciones.

Horowitz había denunciado el jueves la deserción de Rinawie Zoabi y la posible muerte de la improbable coalición, que en junio pasado logró sacar a Netanyahu del poder por primera vez en más de una década.

Mientras tanto, el sitio de noticias Ynet reportó que el líder de Ra’am, Mansour Abbas, visitó a Rinawie Zoabi en su casa el viernes por la mañana.

“Queremos entender dónde estamos parados”, dijo Abbas al medio.

Cuando la Radio del Ejército le preguntó el viernes cómo votaría si el Likud presenta un proyecto de ley para disolver la Knéset la próxima semana, Rinawie Zoabi repitió declaraciones anteriores y citó su carta de renuncia, diciendo que no ha decidido sobre el asunto y que examinará todo lo relevante.

Rinawie Zoabi ha citado la reciente conducta policial israelí en el Monte del Templo y en el funeral de la periodista palestina Shireen Abu Akleh como las razones de su renuncia, siendo esta última la “gota que colmó el vaso”.

El jueves, Rinawie Zoabi aclaró que ella “no hará estallar automáticamente la coalición”. Si la ministra del Interior, Ayelet Shaked, y el ministro de Defensa, Benny Gantz, cambian su comportamiento, continuó, “podría apoyar a la coalición desde afuera”.

Shaked ha sido una de las figuras de derecha más vocales del gobierno, promoviendo la llamada Ley de Ciudadanía, que renovó la prohibición de permisos para que los palestinos que se casan con israelíes vivan con sus cónyuges en Israel.

La oficina de Gantz adelantó planes para casi 4 500 asentamientos a principios de este mes, muchos de los cuales están ubicados en lo profundo de Judea y Samaria, lo que complica aún más las perspectivas de una solución de dos Estados.

La negativa de Rinawie Zoabi a votar con la delgada coalición sobre iniciativas de ley claves resultó ser un dolor de cabeza para sus colegas y la enviaron a Shanghái para servir como cónsul general de Israel. Sin embargo, retiró su nominación para el cargo cuando abandonó la coalición, dijo un portavoz.

Algunos reportes sugirieron que la renuncia de Rinawie Zoabi estaba relacionada con retrasos en el proceso de nominación.

Si bien Lapid anunció el nombramiento de Rinawie Zoabi en febrero, retrasó la presentación de su nominación a la Comisión de Servicio Civil hasta el mes pasado. Según Haaretz, esto se debió a la oposición de los miembros del panel al nombramiento de la diputada.

Según Kan, Lapid le prometió a Rinawie Zoabi durante su llamada del jueves que se encargaría de que ella se convirtiera en cónsul general en Shanghái si se retractaba de su renuncia.

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