Enlace Judío- Ayer se firmó la histórica “Declaración de Cancún”, un documento que busca conectar y unificar las comunidades judías de Latinoamérica e Israel para combatir los desafíos actuales que enfrentan las nuevas generaciones.

Firma de “La Declaración de Cancún”

En marco del HaMifgash, realizado en Cancún, México, líderes de la comunidad judía de Israel y México se reunieron para firmar “La Declaración de Cancún”, la cual fue redactada a partir de la conversación de un conjunto de dirigentes para crear estrategias de comunicación entre las comunidades de Latinoamérica e Israel.

“Lo que se buscaba era un documento explícito, formal, concreto que diera cuenta la posibilidad de una continuidad, no solo de las conversaciones, sino también de una mayor articulación entre el Ministerio de la Diáspora y la Organización Sionista, la dirigencia y los educadores judíos de Latinoamérica“, señaló el escritor Bernardo Blejmar, quien fue el moderador del evento.

Asimismo, agregó, “‘La Declaración de Cancún’ es un texto conversado, hecho por los dirigentes; que, de algún modo, también fue conversado con el ministro, con las autoridades”, dijo Blejmar.  “Creemos que puede ser un punto de inflexión que defina no solamente un cúmulo de intenciones sino una serie de compromisos para la acción en términos de estos movimientos de cambios que se están produciendo”.

El documento es un acuerdo que se aceptó por los líderes de las comunidades latinoamericanas y las instituciones judías, como el Ministerio de Asuntos de la Diáspora del gobierno del Estado de Israel, a través de su titular, el Dr. Nachman Shai; así como el presidente de la Organización Sionista Mundial (OSM) de la Agencia Judía para Israel, Sr. Yaakov Hagoel, y el titular del Departamento de Emprendimientos Sionistas de la OSM, Silvio Joskowicz.

 

Una declaración histórica

Durante el evento se dio lectura del significado de la declaración, lo cual se consideró como un evento histórico en las relaciones entre las comunidades judías de América Latina e Israel.

Según se leyó en el documento, la declaración se redactó bajo “la diversidad y pluralidad de expresiones, concepciones, tendencias, estilos, y formas de vivir y expresar el judaísmo, y sus múltiples identidades que prevalecen tanto en las comunidades Latinoamericanas como en Israel”.

Por otro lado, se leyó, este documento se creó a raíz de múltiples factores y acontecimientos tales como la explosión tecnológica y digital y las redes sociales. Así como la creciente población polarización socioeconómica, la pandemia de la Covid-19 y los cambios disruptivos en los procesos y regímenes políticos.

Por ello, recalcó la necesidad de “explorar y formular nuevas preguntas y generar respuestas conjuntas y operativas para repensar y rediseñar conjuntamente las relaciones entre Israel y las comunidades judías de Latinoamérica“.

Asimismo, indicó el documento la urgencia de involucrar a todos los judíos latinoamericanos, “especialmente a los alejados, no afiliados o no institucionalizados dentro de los marcos de pertenencia de sus respectivas comunidades e instituciones” con el desarrollo de estrategias creativas de acercamiento.

 

Las iniciativas de “La Declaración de Cancún”

Las líderes, con su firma, acordaron y se comprometieron a crear, operar y sostener las áreas, departamentos y comisiones y/o mesas de trabajo dentro de sus respectivos ámbitos institucionales y formales. Esto al crear un ámbito institucional compartido que se dediquen de manera continua y permanente a:

  1. Fortalecer, ampliar y diversificar las vías de comunicación y colaboración entre las comunidades e instituciones judías de Latinoamérica e Israel.
  2. Identificar, promover y consolidar los canales de contacto e interacción entre los judíos latinoamericanos. Con especial énfasis en los no afiliados, no institucionalizados o alejados, con sus respectivas comunidades locales, así como con las instituciones nacionales y la población de Israel.
  3. Propiciar y facilitar el debate y el intercambio de ideas que conduzca a imaginar y ejecutar nuevas estrategias de vinculación, acordes a los cambiantes desafíos de la época actual, y a las inquietudes y expectativas de las nuevas generaciones de judíos latinoamericanos e israelíes.
  4. Crear instancias institucionales y mecanismos adecuados que permitan la interacción fluida y constante, la producción efectiva de ideas e iniciativas conjuntas, y la ejecución de acciones concretas que resulten innovadoras, creativas, y relevantes.
  5. Desarrollar espacios presenciales o virtuales de intercambio de ideas que analicen y formulen diversas recomendaciones dirigidas a los líderes de las comunidades e instituciones comunitarias latinoamericanas y de las instituciones nacionales de Israel, para enriquecer, revitalizar y mejorar las prácticas y políticas prevalecientes, con el fin de sostener un judaísmo dinámico, relevante y atractivo, que conecte al individuo con la identidad y la pertenencia colectiva, al tiempo que refuerce la centralidad de Israel y del ideario sionista en la conformación de dicha identidad.

 

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