Enlace Judío – El presidente de Israel Yitzhak Herzog condenó el extremismo y la violencia en todo el espectro político del país, e hizo un llamado a los líderes y al público por igual a que bajen el tono de cara a las elecciones de noviembre, informó The Times of Israel.
El presidente rechazó tanto la violencia verbal como los altercados físicos e imploró a los israelíes y a sus dirigentes “no dejar que las voces del extremismo y la violencia nos lleven a un abismo de odio“.
“No debemos considerar enemigos a quienes piensan de forma diferente a nosotros“, enfatizó.
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“Estoy perturbado y preocupado. Los incidentes violentos de los últimos días y semanas me quitan el sueño”, añadió Herzog durante un servicio de Selijot celebrado en su residencia oficial de Jerusalén.
Entre los incidentes recientes, un activista asalariado del Likud golpeó al coronel retirado Rami Matan en un puente cerca de Jerusalén, durante una protesta contra el líder del Likud, Benjamín Netanyahu, y el alcalde de Ramat Gan se negó a retirar un cartel electoral del partido de extrema derecha, Hatzionut Hadatit contra tres legisladores árabes que llama a “expulsar a nuestros enemigos”.
Herzog advirtió que la violencia verbal “nunca se queda ahí” y que los insultos se convierten “en puños enroscados, agresiones y derramamiento de sangre”.
“Uno no puede evitar el inquietante pensamiento: ¿qué sigue? ¿Cuchillos? ¿Disparos? ¿Golpes mortales?” preguntó Herzog.
“Ya hemos pasado por esta historia”, dijo en alusión al asesinato del exprimer ministro Yitzhak Rabin por el extremista judío Yigal Amir en 1995.
“Antes de tu próxima publicación desagradable, antes de tu próximo tuit o respuesta llena de odio, antes de pelear, atacar y golpear – ¡detente! No vengas después a pedir perdón o a disculparte, detente ahora”, pidió el presidente.
Herzog instó a los líderes y votantes de todo el espectro político ser “una voz de moderación y responsabilidad” en el cargado ambiente preelectoral.
El presidente se ha reunido en las últimas semanas con miembros de la Knéset para expresar su determinación de ayudar a formar un gobierno de unidad tras las elecciones. Sin embargo, el clima actual no parece favorecer esa visión.
“Entre la violencia verbal se encuentran acusaciones de traición, comparaciones con los nazis, amenazas y maldiciones, en la esfera pública y en los medios sociales”, continuó Herzog.
Los partidos de derecha han dicho que algunos ciudadanos árabes y sus políticos son “desleales”, el líder de Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, comparó a Netanyahu con el propagandista nazi Joseph Goebbels, un popular programa satírico comparó al político de extrema derecha Itamar Ben Gvir con Adolf Hitler, la presidenta del partido Avodá, Merav Mijaeli dijo que Ben Gvir está destruyendo al país, en medio de acusaciones rutinarias por todos los rincones del espectro político.
“Demostremos que hay una forma de tomar decisiones importantes sin desmantelar nuestro hogar. Recordemos que tenemos un país donde vivimos juntos, también después de las elecciones”, concluyó el presidente.
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