Enlace Judío-Qatar está en lengua de todos. Digamos, casi…Alrededor de 1.5 millones de visitantes de todo el orbe –alrededor de la mitad de la población total de la sede del fútbol de 2022– arribarán a la sede de la Copa del Mundo de un mes de duración, de acuerdo a los diarios, entre ellos The New York Times, International Weekly.

De acuerdo al mismo medio, algunos fanáticos se hospedarán en contenedores de embarque renovados, otros, en tiendas de campaña”. Lo normal en Qatar: lo normal, en calidad de ciudadanos del desierto, donde la carencia de agua, impera…

Tendrán, según la misma fuente, “el lujo de ver a Lionel Messi y disfrutar de su ciudad convertida en carnaval”. Afirmamos: cuestión de óptica. Por otra parte, un qatarí de cepa, de estirpe, se quejó “del tráfico y las multitudes que inundaban la ciudad…” Qatar es como otro país ahora, aseveró. Afirmamos por nuestra cuenta: Dependiendo del cristal con que se mire…

El tío Abreml

El tío Abreml Wolochviansky nace, como el resto de sus nueve hermanos, hijos de Yankl y Minke Wollochviansky, en la aldea de Baranovichi, provincia de Katowice, hoy día Bielorrusia, entonces, de acuerdo al pasaporte de Abreml, Polonia. Seguramente, le hubiera encantado asistir a “La Copa Mundial, Qatar 2022”, ya sea, imaginamos, en calidad de hincha, acaso de futbolista estrella, como antes, cuando, integrado al equipo MACABI, se enfrentó al “Cedenario” de Cracovia.

¿Y qué tiene de especial la susodicha anécdota? De acuerdo a la leyenda familiar,  se trató del equipo donde jugó el futuro Juan Pablo II; escritor, además de Papa, deportista en sus años de juventud.

El tío Abreml (31 abril 1915- 19 oct 2005), quien falleció en México, su país de adopción, a los noventa años, posa en una fotografía, digamos histórica, imaginamos en un bosque, por tanto árbol a la vista, con jóvenes más o menos de su edad, la mayoría con los brazos cruzados, pantalón corto de bastante uso; con rodilleras tan solo uno: quien, empoderado, con la pelota rindiéndose a sus pies, y con una cachucha que lo destacaba del grupo: orondo y desafiante, parece retar a la cámara… y a quienes –desde nuestra trinchera del siglo XXI, observamos al equipo judío con detención, al tiempo que nos preguntamos por su suerte.

¿Habrán sobrevivido como el tío Abreml, quien tuvo la fortuna de llegar con sus padres y tres de sus hermanas Bashe, Yudis y Sima a suelo mexicano?

Y perdón por la omisión: adelante y atrás de la fotografía, se encuentran dos fornidos caballeros, vestidos de traje, blusa blanca y corbata…¿Serían los entrenadores? Parecen, a nuestros ojos, polacos de cepa, elegantes y arrogantes, como salidos de una revista de modas para caballeros. ¿Serían técnicos polacos a favor del MACABI o del equipo contrario?

¿Serían judíos con pinta de polacos? ¿O viceversa?

Con respecto a Polonia y el fútbol, nos enteramos, gracias a la Sección de Deportes del Reforma, en la página 4, que la “Selección de Polonia confía en su estilo de juego que no hace falta mover piezas para encarar al TRI, para el debut mundialista…”

Czeslaw Michniewicz, técnico de Polonia, afirma retador: “Nuestra alineación para México no será diferente de cómo jugamos antes. Somos capaces de adaptarnos sin problemas al momento del partido. No me apego a una formación, es nuestra fuerza”. Para finalizar, citamos: “Los polacos se despiden de su afición este día ante los chilenos, en amistoso que se disputará en el Estadio Municipal Mariscal Jósef Pilsudski”.

México, país de arraigo de desarraigados de todo el orbe, vio renacer el equipo MACABI

En el CDI (Centro Deportivo Israelita), casi a la entrada a la biblioteca, se encuentra un póster enorme, que atrae nuestra atención, aunque pocos sean capaces de identificar a los jugadores, niños aún: uno de ellos es Abraham Rubinstein, el portero, con la pelota en sus brazos… Linotipista de Di Shtime, La Voz Israelita, fundado por don Moisés Rubinstein, con más de medio siglo en activo, fue deportista entre deportistas: no solo jugador de fútbol., tuvo la fortuna de acompañar a la Delegación de Fútbol a las Macabiadas en el año de …… Entre otras cosas, casó con Sima Wolochviansky, hermana de Abreml…

 

Comentarios al margen

I.

El aún joven Abreml llega a Veracruz en 1936; del puerto de Gdansk, se trasladan a París, se embarcan en Cherburgo. Viajan en el histórico Mexique. Shólem, el hermano de Abreml, destacó como deportista: resultó ganador de un maratón (echo mi mente a volar y aparece el de, Nueva-York). Tal vez ser deportista, les venía del lado de los Wolochviansky.

En la historia de la familia, aparece Iser –en la crónica familiar– con una flecha que indica su oficio o su afición: el de futbolista. Meyer, otro de sus hermanos, era fotógrafo. Quizá, en mi fructífera imaginación, plasmó la fotografía donde Abreml aparece con los jóvenes MACABI… Eran hijos de Malke Wolochviansky…

II.
BARANOVICHI: aldea que en el siglo XIX vivió inusual esplendor gracias a las recién establecidas redes ferroviarias, para mayores datos: los zares acostumbraban pasar los veranos en este paraíso, antes llamado Nova Mich, donde abundan las flores y los bomberos casi no descansaban: las casas eran de madera, estilo Chagall. La familia Wolochviansky vivía en Pochtowa, en la vieja calle que acogía al servicio postal.

 

III.

EL TÍO NOJEM DE ABREML: Nojem aparece en una fotografía con sus padres-Shmuel y Sore Blume, y con su
​​​​​hermano Yankl, quien “americanizó” el Mukasey por el Miller, cuando se asienta en Nueva-York y trabaja en el oficio de Baranovichi, en la cría y venta de carne.

Nojem Mkasey , según se cuenta, a pesar de su origen, y gracias a su regia estatura de 1.90, es bien recibido en la guardia zarista. Cuando el conflicto bélico entre Japón y Rusia, se refugia en los Estados Unidos de Norteamérica donde funda una familia de “Zeldas”. Hubo cuatro nietas Zeldas, en honor de la matriarca, venida de Minsk.

IV.

El apellido Wolochviansky –con todas sus variantes, incluso Wolojviañsky—proviene de un rancho que estaba a cinco millas de Baranovichi, VALOKHVA o WALOCHWA. Entonces se adoptaban los apellidos de los lugares de origen.

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