Enlace Judío – El ex rabino principal de Moscú, Pinchas Goldschmidt, advirtió en una entrevista cn The Guardian a los judíos de Rusia que pudieran convertirse en chivos expiatorios y los alentó a abandonar el país.

Goldschmidt dijo que había un precedente histórico que muestra que la comunidad judía podría terminar siendo culpada.

“Cuando miramos hacia atrás en la historia rusa, cada vez que el sistema político estaba en peligro, veías al gobierno tratando de redirigir la ira y el descontento de las masas hacia la comunidad judía”, dijo. “Vimos esto en la época zarista y al final del régimen estalinista”.

“Estamos viendo un aumento del antisemitismo mientras Rusia regresa a un nuevo tipo de Unión Soviética y, paso a paso, el telón de acero vuelve a caer. Por eso creo que la mejor opción para los judíos rusos es irse”, dijo.

Goldschmidt renunció a su cargo y dejó Moscú en julio.

“Se presionó a los líderes comunitarios para que apoyaran la guerra y yo me negué a hacerlo. Renuncié porque seguir como Gran Rabino de Moscú sería un problema para la comunidad por las medidas represivas contra los disidentes”, dijo.

En octubre pasado, Goldschmidt alentó a los judíos rusos a huir del país después de que un funcionario de Moscú etiquetara a Jabad como un culto supremacista.

Desde julio, Rusia e Israel han estado involucrados en una disputa legal sobre los intentos de Moscú de cerrar la rama rusa de la Agencia Judía.

Según Goldschmidt, nacido en Suiza, desde el comienzo de la invasión en marzo de 2022, del 25 al 30% de los judíos en Rusia se han ido o planean irse.

Hoy la población judía de Rusia asciende a unos 165,000 de una población total de 145 millones.

Entre el 1 de enero y el 1 de diciembre de 2022, los inmigrantes rusos en Israel ascendieron a 37,364, mientras que 14,680 ucranianos se trasladaron al Estado judío, según cifras de la Agencia Judía.

Desde el estallido de la guerra, el precio de un vuelo de ida desde Moscú a Tel Aviv se ha cuadriplicado a 2 mil dólares, lo que podría impedir que más rusos se muden.

Al evaluar los impactos de la emigración a gran escala en Rusia, Goldschmidt opinó que Rusia en su conjunto sentiría la pérdida.

“Hay una sección de la sociedad rusa llamada ‘creacle’, la clase creativa de líderes empresariales y culturales, intelectuales y artistas. Creo que es seguro decir que un gran porcentaje de esas personas se han ido de Rusia, lo que es y será muy perjudicial para la sociedad rusa”, dijo.

The Guardian dijo que 200,000 rusos han huido del país desde que comenzó la guerra, una gran proporción de los cuales se fueron después de que se introdujera el servicio militar obligatorio en septiembre.

Además de las preocupaciones sobre el antisemitismo en Rusia, Goldschmidt señaló que había un número creciente de incidentes antisemitas en los EE. UU.

“Durante muchos años, los judíos en los EE. UU. creyeron que era una excepción, que cualquier cosa que sucediera en Europa y otros países nunca podría suceder allí”, dijo Goldschmidt. “Pero en los últimos tres años ha habido más ataques contra judíos allí que en Europa”.

“Lo que está cambiando es que el sistema político está mucho más polarizado, pero también el discurso se ha visto alterado por las redes sociales. La polarización que estamos viendo ha hecho que el antisemitismo sea mucho más aceptable”, dijo.

Volviendo su atención a Europa, el rabino exiliado citó una conferencia reciente en Atenas, en la que los alcaldes de 53 ciudades de 23 países se reunieron a principios de diciembre para discutir la lucha contra el aumento mundial del antisemitismo.

“Tenemos que detener a esas fuerzas que intentan destruir Europa desde adentro”, dijo Goldschmidt. “Al principio, cuando hubo ataques a escuelas judías como la de Toulouse, la gente pensó que era un problema judío.

“Pero después de Charlie Hebdo, el atentado en Niza y en el mercado navideño de Berlín, Europa entendió que era un problema europeo, no un problema judío. Eso es lo que tienen que entender estos alcaldes”, dijo.

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