Enlace Judío – Recuerdo mucho algún momento durante la Segunda Intifada (2000-2005) en el que leí una noticia sobre el “campamento” de Jenin.

La nota la elaboró un reportero que pudo entrevistar a “combatientes” palestinos en el marco de los enfrentamientos más duros que sostuvieron contra el ejército israelí. El contexto es bien conocido: después de una ola de ataques terroristas en Israel, el ejército entró a la ciudad palestina e implementó un operativo muy agresivo. La nota mencionaba que el combatiente palestino estaba tirado en el piso, con una pierna completamente inservible debido a que estaba invadida de esquirlas de metralla. El periodista señaló que esa pierna tendría que ser amputada, pero sólo en caso de que el combatientes sobreviviera. Algo que no parecía muy probable.

Lo que más me llamó la atención fue que la nota señalaba que el combatiente estaba sorprendido por la dureza del ataque israelí. “Nunca nos imaginamos que fueran a reaccionar de esta manera”.

Y yo me dije: ¿Pues qué esperaban? La Segunda Intifiada fue el episodio de terrorismo palestino más violento en la historia. Cerca de 1500 israelíes murieron, muchos de ellos en atentados inhumanos e infames, como el de la pizzería Sbarro. La respuesta israelí fue, obligadamente, de máxima dureza. Si los palestinos se llevaron una sorpresa con eso, fue porque estaban desconectados de la realidad.

Ayer se ha llevado a cabo el operativo militar más duro en Jenin —el “campamento” que, en realidad, es una ciudad sede de grupos terroristas— desde entonces. Nueve terroristas palestinos murieron. Un alto mando de la Jihad Islámica fue arrestado junto con dos colaboradores; un lider de las Brigadas de Al Aqsa está entre los fallecidos. Se habla de decenas de combatientes palestinos heridos. Por parte del ejército israelí, sólo se reportan dos heridos leves.

El operativo se llevó a cabo después de que el Shin Bet (la agencia de inteligencia israelí) detectara que los grupos terroristas de Jenin estaban a punto de llevar a cabo un atentado de grandes proporciones.

Pero no es un hecho aislado: desde hace varios meses, los operativos en diversas partes de Cisjordania (y muy particularmente en la siempre conflictiva Jenin) han dejado un saldo de varios terroristas palestinos muertos o arrestados, y eso evidencia que en ese lugar la situación está escalando de un modo muy grave (situación que se confirma con el incremento de ataques o intentos de ataques palestinos contra civiles israelíes, generalmente con cuchillos).

¿A qué nos referimos con “escalando de un modo muy grave”? ¿Estamos ante el posible estallido de otra intifada?

Los palestinos parecieran dispuestos a ello. De hecho, si su actividad terrorista no se ha desbordado, es porque Israel hace mucho que abandonó la estrategia punitiva y optó por la preventiva. Cualquier cantidad de atentos se han conjurado por medio de ataques de presición por parte de las tropas israelíes, y de allí que los operativos en Cisjordania hayan aumentado.

El problema de fondo es que la situación de los palestinos es desesperada. Están a punto de caer en el abandono total, y por ello se ha visto un incremento notable en la intensidad de su propaganda, pero también en sus intentos por intensificar sus ataques contra la población israelí.

Acaso el mundial de Qatar —el emirato sunita más arraigado a su postura anti-israelí— fue el ejemplo perfecto de ello. De pronto pareciera que el éxito de la selección marroquí (que quedó en un sorprendente cuarto lugar) se había convertido en la campaña internacional pro-palestina más exitosa en mucho tiempo. En redes sociales se vivió un nuevo auge a favor de Palestina, y luego durante las épocas navideñas volvieron a circular los bulos absurdos según los cuales “Jesús fue un palestino asesinado por el sistema”.

¿Por qué tanta búsqueda de apoyo internacional?

Porque los palestinos se están quedando solos. Su principal fuente de apoyo económico y militar es Irán, pero el régimen de los ayatolas se encuentra acorralado porque ahora tienen que apoyar y armar a Rusia, que era su principal fuente de apoyo militar. La crisis social en Irán sigue imparable, y los ayatolas están sufriendo la peor crisis desde el éxito de su Revolución en 1979.

Por otra parte, y pese a la propaganda qatarí, los gobiernos árabes están reforzando los vínculos con Israel, iniciados a partir de la firma de los Acuerdos de Abraham. El regreso de Netanyahu al poder es una posibilidad de que esos acuerdos se expandan.

Por eso es que los palestinos quieren iniciar una guerra, supongo que creyendo que es su última oportunidad para poner a las naciones árabes de su lado, por pura lealtad fanática a una causa que no tiene pies ni cabeza.

Parece que no han entendido que estas cosas se resumen en la frase “es el dinero”.

¿Qué tienen que ofrecerle los palestinos al mundo árabe? Nada. Improductividad, una casta política corrupta, terrorismo financiado por Irán —el gran enemigo de las monarquías sunitas—. ¿Qué tiene que ofrecer Israel? Innovación tecnológica, opciones de negocios en todo el mundo, soluciones para los problemas que el cambio climático va a traer a las naciones árabes (todas ellas con amplias zonas de clima extremo), proyección política internacional.

La causa palestina está perdida y, muy probablemente, iniciando sus estertores.

Los palestinos, sorprendentemente, están tratando de resolver el problema por medio de las mismas estrategias, las mismas acciones, la misma mentalidad de siempre. La que tuvieron en las dos intifadas anteriores. De hecho, la que los sectores más rudimentarios de la sociedad árabe han tenido desde la Edad Media.

Si vuelven a hacer lo mismo, se puede prever que vayan a tener los mismos resultados. Es decir, volverán a ser contundentemente derrotados.

No han entendido que el mundo cambió, y mucho.

El futuro no está de su parte, y no hay nada que hacer con ello.


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío. Reproducción autorizada con la mención siguiente: @EnlaceJudio