Enlace Judío – Es imposible saber las vueltas que el destino trae para la vida; uno de los mejores poetas de guerra en habla inglesa precisamente salió de la voz de un gran pacifista. Isaac Rosenberg (1890 – 1918) ha sido reconocido entre los mejores poetas que escribieron sobre la Primera Guerra Mundial, y de los mejores escritores judíos de habla inglesa. Como dice un crítico de él dejo pocos poemas, pero preguntas de gran calibre. Aunque el dolor de la guerra es su principal tema sus poemas se abren hacia la metafísica de la relación entre D-os y el hombre, el destino, la ética y el origen judío. Cura sus heridas a través de la exploración filosófica y encuentra en su tradición como judío y en las fuentes clásicas de la literatura inglesa la redención; es decir una forma de enunciar el dolor y una visión moral del mundo. Falleció antes de obtener el reconocimiento que se merecía pero hoy es conocido como un gran poeta y está enterrado en la “esquina de los poetas” en Westminister Abbey, Londrés, donde también se encuentran los cuerpos de personajes como Shakespeare, Dickens y las hermanas Bronte.

Murió joven (de 28 años) en el campo de batalla y vivió toda su vida en la pobreza. Se enlisto de 25 años para que su madre recibiera el dinero del Ejército. Creció en una casa ortodoxa en el barrio judío de Londrés, hijo de padres inmigrantes. Por necesidades económicas dejo la escuela a los catorce años de edad y empezó a trabajar en un taller de grabados. Tenía gran talento artístico y para su suerte fue descubierto por tres filántropas judías que en 1911 decidieron financiar sus estudios, por lo cual pudo preparase como pintor en Slade Art School, una de las mejores academias de arte que existían en el momento. Y aunque destacó dentro de ese rubro fue realmente en su poesía que encontró su verdadera pasión, antes de enlistarse ya contaba con dos libros de poemas y empezaba a ser su nombre conocido. Sin embargo, fueron los poemas que escribió en el campo de batalla y que mandaba en cartas a casa lo que realmente lo hizo destacar como un gran poeta; es en ellos que encuentra su propia voz, y es en ellos que se atisba una exploración genuina. Isaac Rosenberg murió en la batalla de Arrás el 1° de abril de 1918. Los siguientes son algunos de sus poemas.


The Jew / El judío


The Jew

Moses, from whose loins I sprung,
Lit by a lamp in his blood
Ten immutable rules, a moon
For mutable lampless men.

The blonde, the bronze, the ruddy,
With the same heaving blood,
Keep tide to the moon of Moses.
Then why do they sneer at me?

El judío

Moisés, de cuyas entrañas salí,
iluminado por una lámpara en su sangre
diez reglas inmutables, una luna
para hombres mutables sin luz.

El rubio, el bronceado, el rubicundo,
con la misma sangre agitada,
dirigen la marea a la luna de Moisés.
¿Por qué entonces se burlan de mí?

Poema Isaac Rosenberg

Análisis

En este poema se encuentran varios de los temas y recursos que Isaac Rosenberg usa en su obra. Primero plantea al hombre entre las distintas culturas unido por la misma oscuridad. “El rubio, el bronceado, el rubicundo” todos pertenecen a otra nación, sin embargo, al igual que el judío se encuentran en un mundo rodeado de la oscuridad; son hombres sin luz. Es la ética “las diez leyes inmutables” de Moisés lo que los une. Aún así dicha unión no es suficiente para evitar las burlas y la discriminación. Rosenberg sufrió de antisemitismo dentro del Ejercito y la tradición judía desde la otredad, desde la discriminación y el sentirse apartado de su entorno será un tema recurrente en su poesía.

En este poema además la herencia judía se vuelve presente como una luz, una guía que nace en la persona. Hay un contraste muy fuerte entre la luna inmutable de Moisés, las leyes, y el hombre que es finito y no tiene luz. La tradición es a la vez un anhelo y una base.


Zion / Zión


Zion

She stood-a hill-ensceptred Queen,
The glory streaming from her ;
While Heaven flashed her rays between,
And shed eternal summer.

The gates of morning opened wide
On sunny dome and steeple;
Noon gleamed upon the mountain-side
‘Thronged with a happy people ;

And twilight’s drowsy, half closed eyes
Beheld that virgin splendour
Whose orbs were as her darkening skies,
And as her spirit, tender.

Girt with that strength, first-horn of right,
Held fast by deeds of honour,
Her robe she wove with rays more bright
Than Heaven could rain upon her.

Where is that light-that citadel
That robe with woof of glory?
She lost her virtue and she fell,
And only left her story.

Zión

Se levantó sobre la colina, la reina con su cetro,
la gloria fluía de ella;
mientras el Cielo destellaba sus rayos,
y derramaba el verano eterno.

Las puertas de la mañana se abrieron de par en par
sobre la cúpula soleada y el campanario;
el mediodía brillaba en la ladera de la montaña
repleto de un pueblo feliz;

Los ojos somnolientos y medio cerrados del crepúsculo
contemplaron ese esplendor virginal
cuyos orbes eran como sus oscuros cielos,
y su espíritu, tierno.

Ceñida con esa fuerza, el primer cuerno de la derecha,
sostenida por actos de honor,
su manto tejió con rayos más brillantes
que los que el Cielo pudiera derramar sobre ella.

¿Dónde está esa luz, esa ciudadela?,
¿ese manto con trama de gloria?
Perdió su virtud y cayó,
Sólo dejó su historia.

Poema de Isaac Rosenberg


Break of the Day in the Trenches / El alba en las trincheras


Break of the Day in the Trenches

The darkness crumbles away.
It is the same old druid Time as ever,
Only a live thing leaps my hand,
A queer sardonic rat,
As I pull the parapet’s poppy
To stick behind my ear.
Droll rat, they would shoot you if they knew
Your cosmopolitan sympathies.
Now you have touched this English hand
You will do the same to a German
Soon, no doubt, if it be your pleasure
To cross the sleeping green between.
It seems you inwardly grin as you pass
Strong eyes, fine limbs, haughty athletes,
Less chanced than you for life,
Bonds to the whims of murder,
Sprawled in the bowels of the earth,
The torn fields of France.
What do you see in our eyes
At the shrieking iron and flame
Hurled through still heavens?
What quaver—what heart aghast?
Poppies whose roots are in man’s veins
Drop, and are ever dropping;
But mine in my ear is safe—
Just a little white with the dust.

El alba en las trincheras

Se desmoronan las tinieblas,
es el de siempre el viejo Tiempo druida,
pero en mi mano hay una cosa viva,
rara rata sardónica,
cuando arranco al talud una amapola
para ponerla tras mi oreja.
Qué tiro te darían si advirtieran
tu veleidad cosmopolita, rata.
Ya tocaste esta mano inglesa y pronto
sin duda tocarás una alemana,
con solo que te animes a cruzar
la verdura dormida entre nosotros.
Sonríes para ti cuando rebasas
los ojos claros y los miembros finos
de los atletas arrogantes
menos dados que tú para la vida,
atados al capricho de la muerte,
que yacen en la entraña de la tierra,
en los campos de Francia desgarrados.
¿Qué ves en nuestros ojos
ante el hierro y la llama y su chillido
que atraviesa los cielos impasibles?
¿Qué temblor, qué espantado corazón?
No dejan de caer las amapolas,
en las venas del hombre sus raíces.
Pero aunque un poco blanca por el polvo,
la mía está segura tras mi oreja. ~

Traducción Aurelio Asian, poema Isaac Rosenberg

Análisis

Éste es su poema más conocido, habla y describe la trinchera, usa como metáforas a la rata y la amapola. Señala la ironía de que ambas estén más seguras que los hombres que luchan en el campo de batalla. Nuevamente señala que hay algo intrínseco en el hombre que lo une al otro aunque estén en medio de una guerra. En este caso es el campo verde lo que une a un bando con el otro y es la rata la que atraviesa la guerra. Se burla incluso de que a ella se le permite ser cosmopolita mientras que al hombre se le exige escoger una nación. La rata que lo muerde también representa la negrura, la muerte que los rodea, la oscuridad. La amapola que el cuida es su sangre, su vida, cree que puede protegerla atrás de su oreja, pero esa protección no es sino momentánea y poco estable.


The Immortals / Los inmortales


The Immortals

I killed them, but they would not die.
Yea! all the day and all the night
For them I could not rest or sleep,
Nor guard from them nor hide in flight.

Then in my agony I turned
And made my hands red in their gore.
In vain – for faster than I slew
They rose more cruel than before.

I killed and killed with slaughter mad;
I killed till all my strength was gone.
And still they rose to torture me,
For Devils only die in fun.

I used to think the Devil hid
In women’s smiles and wine’s carouse.
I called him Satan, Balzebub.
But now I call him, dirty louse.

Los inmortales

Los maté, pero no morirían.
¡Sí! Todo el día y toda la noche.
Por ellos no podía descansar ni dormir,
ni guardarme de ellos ni esconderme en huida.

Entonces, en mi agonía, me volví
y hice que mis manos se pusieran rojas en su sangre.
En vano, porque más rápido que yo maté.
Se levantaron más crueles que antes.

Maté y maté con matanza loca;
Maté hasta que todas mis fuerzas se habían ido.
Y todavía se levantaron para torturarme,
porque los diablos sólo mueren en la diversión.

Solía pensar que el Diablo se escondía
en las sonrisas de las mujeres y en la euforia del vino.
Lo llamé Satanás, Balzebú.
Pero ahora lo llamo, piojo sucio.

Traducción Fausto Marcelo Ávila, poema Isaac Rosenberg

Análisis

Todo el poema habla de los piojos que lo pican y no lo dejan dormir en la trinchera. Pero es hermoso que éstos sean personificados como demonios que lo persiguen. Se parecen a los comportamientos que un bando enemigo asume en el campo de batalla, y al hablar de ellos de su crueldad, el poeta también señala como dejan sus propias manos ensangrentadas. Los demonios pueden ser tanto externos como internos.