Enlace Judío – Uno de los principales problemas al hablar de espiritualidad, de D-os o cualquier concepto filosófico que toque las líneas de lo subjetivo es que hablamos de experiencias o elementos que encontramos en la realidad, no en sí de un objeto que defines lógicamente. ¿Cómo habla uno del amor si es algo que nunca ha experimentado? ¿Cómo describes la felicidad sino un estado con el que te encuentras? Uno de los primeros libros que leí sobre judaísmo iniciaba diciendo “Yo no creo en D-os sino llamó a lo que creo D-os” y describía la presencia que el autor sentía en el encuentro diario con su hijo, con su esposa, con las cosas que ama. Esto es así porque para el judaísmo D-os en sí se vive a través de la experiencia, a través de una relación; uno en sí no lo define sino se encuentra con Él o más bien se hace consciente de su presencia y cultiva una relación.

Aún así todo lo que digamos de D-os en el marco filosófico tiene que reflejar el mundo en el que vivimos; debe tener asidero en la realidad y coherencia. Cuando no es así terminamos por decir nada, más que con un Ser nos conectamos con desvarío. Por eso cuando se habla de D-os, hablamos del mundo; de manifestaciones de una Presencia que vemos en nuestro día a día en la realidad que nos rodea.

Un tema central para el judaísmo que mayor conflicto causa es el de Hashgaja Pratit, la Providencia Divina. A través de este concepto se nos dice que D-os guía nuestra vida, es decir todo lo que nos rodea está construido por D-os y desde D-os de forma individual para cada uno de nosotros. Es un concepto complicado porque mal entendido puede llevar al sinsentido, al conformismo o a la irresponsabilidad; por no decir además que puede ser un concepto contra-intuitivo. Sin embargo, bajo las bases que el judaísmo plantea es un concepto mucho más profundo de lo que parece a simple vista, porque le da las bases al individuo para establecer una relación muy profunda con el mundo: Nos dice que vivimos en un mundo cálido que responde a nuestras acciones y que puede ser habitado. La siguiente clase de rab Dweck expone a profundidad el concepto de Hashgaja Pratit. Nosotros retomaremos sólo algunos de sus puntos.

D-os y las emociones

Un elemento muy importante es el primer punto que él hace, remarca que D-os no tiene emociones. El Tanaj (el canón judío) habla de las emociones de D-os, al igual que su cuerpo como un simil, para que podamos relacionarnos con la idea. Sin embargo, D-os al ser inmaterial no tiene emociones como tal. Cuando hablamos de las emociones de D-os hablamos de la manifestación de D-os en el mundo y de cómo el mundo responde a nosotros. El Tanaj (canon judío) usa esos términos para que como humanos podamos relacionarnos con ellos y podamos entablar una relación tan cercana a D-os como la entablamos con los seres humanos a los que amamos. Es en realidad para que aprendamos a enunciar desde lo personal el mundo que nos rodea y no desde una distancia gélida, sin nunca perder de vista que D-os no es una persona.

El “cuidado” de D-os

Así mismo cuando hablamos del “cuidado” que D-os tiene sobre nosotros en realidad hablamos de que se hace presente en nuestra vida, de que se manifiesta en nuestra vida. Ésta es una suposición que asumimos desde la experiencia, nacemos en un mundo que responde a nosotros. Nacemos en un mundo que nos acoge. Y tenemos suficientes experiencias para saber que es de esta forma: tenemos la vida, tenemos el placer, tenemos el gusto y todas estas cosas nos dicen que podemos habitar el mundo que nos rodea. El cuidado significa que hay una respuesta de nosotros hacia esa realidad y de esa realidad que genera lo que nos rodea hacia nosotros. Al actuar en el mundo nos relacionamos con el mundo, el cuidado de D-os implica que el mundo da una respuesta a las acciones que tenemos dentro de él. El cuidado de D-os implica buscar un involucramiento activo y presente en la realidad que nos rodea.

Esto niega dos ideas: una que vivimos en un mundo frío y la otra que nuestro destino o el destino de la realidad está cerrado. Quien vive en un mundo frío, vive carente de empatía, se aleja de lo que lo rodea porque no se ve a sí mismo en él y no le importa lo que suceda en su alrededor. Igualmente quien cree que todo es manejado por D-os y se siente manipulado por D-os no está estableciendo una relación abierta con el mundo, su vida también pierde sentido porque deja de estar abierto a la sorpresa, deja de estar presente. Como indica el rabino Hashgaja Pratit implica caminar con D-os crear tu vida con su compañía no esperar a que la cree por ti.

La relación se construye.

Finalmente al igual que una relación amorosa es la persona quien busca hacerse consciente de la Presencia Divina en su vida. Cada individuo encuentra la felicidad y el sentido de forma distinta dentro de su propia experiencia, por lo mismo la relación de cada individuo con D-os no puede sino se subjetiva. Es uno el que percibe unidad a través de lo que vive o uno mismo el que la niega. Es uno el que se rinde frente a la infortunio o decide buscar nuevamente la presencia de sí mismo y de lo ajeno en el mundo. Hashgaja Pratit implica poder vivir cada evento de nuestra vida como una posibilidad para la conexión, la relación y la plenitud, pero es uno quien busca enunciar el mundo desde ese lugar.

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