Con mucha frecuencia, leemos los relatos de la Biblia y pasamos por alto que estos fueron escritos hace miles de años.
Nos quedamos con el mensaje directo o superficial, y rara vez nos ponemos a pensar en todas las implicaciones que pudieron tener para la gente antigua, que razonaba y veía el mundo de un modo muy distinto al actual.
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Irving Gatell nos explica varios datos básicos de las mitologías del mundo antiguo, y se centra en las creencias que los egipcios tenían sobre el sol como la deidad más poderosa de todas.
A partir de ello, analiza los relatos de la muerte de los primogénitos y del cruce del Mar de los Juncos, para mostrarnos cómo en su contexto histórico estos dos relatos fueron todavía más impactantes de lo que nosotros percibimos a simple vista.
No se trató nada más de narrar prodigios milagrosos, sino de poner en crisis a todo el mundo mitológico de los egipcios, y dejar en claro que todo eso que los faraones veían como mágico y divino, en realidad sólo era la naturaleza, la creación hecha por el Único y Verdadero, el D-os de Israel.
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