El presidente Yitzhak Herzog describió la ruptura social interna de Israel por la reforma judicial como “la crisis interna más grave en la historia del país”, pero expresó la esperanza de que las negociaciones por un compromiso produzcan un resultado, informó The Times of Israel.

En una ronda de entrevistas televisivas programadas para ser transmitidas el domingo por la noche, la víspera de Yom Hazikarón, Herzog dijo que si fracasan las conversaciones de compromiso entre el gobierno y los líderes de la oposición, él sabe “quién tiene la culpa”, sin mencionar ningún nombre.

“Esta responsabilidad histórica debe quedar registrada en alguna parte”, dijo Herzog al Canal 13.

Herzog le dijo a Kan que algunos están tratando de afectar de las negociaciones de compromiso que está organizando, y advirtió que “quien intente dañar las conversaciones llevará la carga de la responsabilidad histórica por el destino del Estado y la nación”.

El presidente comenzó a organizar las conversaciones después de que el primer ministro Benjamín Netanyahu acordara el mes pasado detener temporalmente el impulso del gobierno para cambiar el sistema judicial luego de protestas generalizadas, que alcanzaron su punto máximo después de que despidió al ministro de Defensa, Yoav Gallant.

Cuando se le preguntó si Netanyahu estaba usando las conversaciones como cobertura política para sofocar las protestas contra el gobierno, Herzog insistió en que el primer ministro no lo estaba “usando”.

“Nadie me está utilizando”, dijo al Canal 13. “Esa frase es incorrecta. Tengo un gran aprecio por Netanyahu. Creo que es un hombre brillante que ha hecho grandes cosas como primer ministro. No quiero hablar sobre el período actual, porque cualquier cosa que diga será interpretada como política”.

“Estoy convencido de que quiere llegar a un compromiso”, declaró el presidente.

Herzog le dijo al medio de noticias Walla que si las conversaciones resultan exitosas, el sistema judicial se habrá reequilibrado y agregó que “hace solo uno o dos años ni siquiera podíamos hablar sobre este tema. Hoy está claro que tiene que haber algún tipo de reforma con amplio consenso”.

También dijo que su larga carrera política lo preparó y le otorgó “tranquilidad” para enfrentar la crisis actual. “Sé cómo hablar con todos”, le dijo Herzog a Walla.

Le dijo a Ynet que rechazó una oferta para renunciar como presidente en medio del caos de los últimos meses a medida que crecían las protestas contra la reforma: “Disfruto de una gran confianza en el público de todos los sectores. Recibí varias propuestas con respecto a las acciones y movimientos que puedo tomar y también hubo esta propuesta. Lo rechacé y no me parece nada correcto”.

Herzog, dirigiéndose a las familias en duelo que han pedido a los ministros del gobierno que se mantengan alejados de las conmemoraciones de Yom Hazikarón, dijo que incluso bajo el gobierno anterior encabezado por Naftali Bennett y el actual líder de la oposición Yair Lapid, las familias contactaron al presidente y le pidieron que los representantes del gobierno no asistan a los cementerios militares.

“Les dije a esas familias que tuvieran fe en el Estado y su democracia, todos somos una nación, así que también les digo ahora: ‘respiren hondo’”, dijo Herzog a Kan. Dirigiéndose a los políticos, los instó a evitar discursos y comentarios incendiarios.

“Tenemos un país, tenemos un símbolo de estado, y debemos inclinar la cabeza y contenernos, respirar profundamente y apretar los dientes”, dijo Herzog a Ynet.

Los comentarios del presidente se hicieron eco de una declaración conjunta publicada el viernes por Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant, el líder de la oposición Yair Lapid y el líder de Hamajané Hamamlajtí, Benny Gantz.

Los líderes, en una rara muestra de unidad, instaron a los israelíes a dejar de lado las profundas divisiones en Yom Hazikarón.

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