El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu expresó este domingo su apoyo a las negociaciones sobre la reforma judicial con representantes de la oposición, informó The Times of Israel.

“Hay un debate fundamental entre nosotros sobre la reforma judicial, pero estamos haciendo un esfuerzo para resolver este debate a través del diálogo con la oposición”, dijo el mandatario al comienzo de la reunión semanal del gabinete.

“Con la buena voluntad de ambas partes, estoy convencido de que se pueden alcanzar acuerdos, y lo apoyo plenamente”.

Anteriormente, el diputado del partido Hatzionut Hadatit y presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knéset, Simja Rothman, advirtió que la supervivencia del gobierno depende de la aprobación de la reforma.

“La reforma judicial se aprobará: es necesaria para la supervivencia de la coalición. Y no soy el único que lo piensa, también está estipulado en los acuerdos de coalición”, dijo Rothman en una entrevista a Ynet.

“No sé cómo ni cuándo, pero habrá una reforma. No se puede dejar al Estado de Israel en el limbo durante un largo periodo de tiempo”.

A pregunta expresa si hay una fecha límite para las negociaciones, Rothman dijo que no depende de él, pero afirmó que la manifestación masiva de la semana pasada a favor de la reforma “exige a una fecha límite”.

Acusó a la oposición de “deshonesta y no estar dispuesta a entablar conversaciones sustanciales”, y al líder del partido Hamajané Hamamlajtí, Benny Gantz, de “no estar realmente interesado en ninguna negociación”, según Haaretz.

Los líderes de la oposición han puesto en duda el compromiso del gobierno de alcanzar un amplio consenso sobre la reforma judicial durante las negociaciones en curso.

Rothman defendió el discurso del ministro de Justicia, Yariv Levin en la manifestación a favor de la reforma, calificándolo de “suave y tranquilo”, y rechazó las afirmaciones de que el paquete de reformas es una dictadura, afirmando que “es necesario para el funcionamiento del Estado de Israel“.

Señalando a Netanyahu y al Likud, afirmó que la decisión de cómo y cuándo avanzar con la legislación de la reforma “está en manos de los líderes de la coalición”.

Durante la manifestación en Jerusalén, Levin atacó el jueves a la Corte Suprema de Israel y defendió la reforma judicial que ha estado impulsando.

“Ha llegado el momento de una Corte Suprema que no otorgue derechos a las familias de los terroristas y no permita servicios conmemorativos falsos junto con los partidarios del terrorismo”, dijo.

Israel necesita una Corte que “castigue a los violadores y no busque formas de protegerlos”, dijo Levin. “Un tribunal que protege a los soldados de las FDI y no a los vecinos de los terroristas”.

En una entrevista televisiva, David Bitan, del Likud, criticó el avance de la reforma y pidió al primer ministro a anularla por completo, alegando que “es perjudicial tanto para su partido como para el país”. Aunque no indicó que las protestas provocarán la caída del gobierno, Bitan reconoció que “las cuestiones internas de la coalición podrían causar problemas”.

Cientos de miles de israelíes volvieron a protestar este sábado contra la reforma judicial, por decimoséptima semana consecutiva, antes del periodo de sesiones de la Knéset que comenzó este domingo.

Dos días antes, cerca de 200,000 personas acudieron a una movilización progubernamental en Jerusalén.

Los manifestantes gritaron “no queremos compromisos”, en referencia a las negociaciones de compromiso entre la coalición y la oposición, y “¡despidan a [la fiscal general Gali Baharav] Miara!”, mientras destacadas figuras del gobierno prometían aprobar la reforma judicial.

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