En su primera entrevista televisiva desde que dejó el cargo, el expresidente israelí Reuven Rivlin afirmó que un posible acuerdo de compromiso sobre la controvertida reforma judicial del gobierno podría dañar el carácter democrático de Israel, informó The Times Israel.

“No se puede comprometer la democracia”, dijo Rivlin en una entrevista con el Canal 13 que se emitirá el sábado. La cadena difundió extractos de la entrevista.

Rivlin señaló que estaba en conflicto sobre su decisión de no protestar en marzo cuando el primer ministro Benjamín Netanyahu despidió al ministro de Defensa Yoav Gallant por haber pedido detener la reforma judicial. Posteriormente Netanyahu se retractó y anunció que Gallant continuará en su cargo.

“¿Por qué no salí a las calles? Eso es lo que me pregunté”, dijo Rivlin. “No pude salir porque fui presidente, y no se acostumbra. No lo hice por respeto a la presidencia, sino como ciudadano nacido en el Estado de Israel“.

“Fue una noche de mucha angustia por lo que estaba sucediendo”, añadió.

Netanyahu suspendió temporalmente el proceso legislativo de la reforma en medio de protestas masivas en respuesta al anuncio de la destitución de Gallant, llevando a conversaciones de compromiso entre representantes de la oposición y de la coalición auspiciadas por el presidente Yitzhak Herzog.

A pesar de casi dos meses de conversaciones, no se ha logrado ningún avance importante, según fuentes conocedoras del asunto.

En la entrevista, Rivlin reveló que llamó a Gallant la noche en que fue despedido para decirle que respeta a “las personas valientes que defienden sus opiniones, incluso cuando su futuro está en juego”.

“Dio un paso valiente, e hizo comprender al primer ministro que su papel como ministro de Defensa es muy importante, que el mandatario y el titular de la Defensa deben cooperar por encima de todo, reforzar los lazos y las relaciones entre ellos, aunque no siempre estén de acuerdo”, dijo.

Rivlin, un exministro por el Likud, fue presidente de 2014 a 2021. En un discurso pronunciado en diciembre, tachó la reforma judicial de intento de destruir el sistema judicial aparentemente motivado por “venganza”.

Hasta marzo, la coalición se apresuró a presentar leyes que limitarían significativamente las facultades de la Corte Suprema de Justicia y darían al gobierno el control sobre el comité de selección de jueces.

Se espera que el gobierno vuelva a centrarse en la reforma judicial tras la aprobación del presupuesto estatal para 2023-2024.

El proyecto de ley de nombramientos judiciales puede ser sometido a votación en el pleno de la Knéset en cualquier momento. Sin embargo, tal acción podría provocar la reanudación de la intensa agitación pública.

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