Enlace Judío – El expresidente de Israel, Reuven Rivlin se pronunció duramente contra los cambios radicales en el sistema judicial planeados por el próximo gobierno, advirtiendo que son un intento de destruir el sistema judicial, aparentemente motivado por “venganza”, informó The Times of Israel.

Rivlin hizo los comentarios en una conferencia celebrada por el Instituto de Democracia de Israel para examinar los cambios propuestos.

La coalición entrante busca aprobar la llamada cláusula de anulación, que permitiría a la Knéset volver a legislar leyes anuladas por la Corte Suprema de Justicia con

Enlace Judío – El expresidente de Israel, Reuven Rivlin se pronunció duramente contra los cambios radicales en el sistema judicial planeados por el próximo gobierno, advirtiendo que son un intento de destruir el sistema judicial, aparentemente motivado por “venganza”, informó The Times of Israel.

Rivlin hizo los comentarios en una conferencia celebrada por el Instituto de Democracia de Israel para examinar los cambios propuestos.

La coalición entrante busca aprobar la llamada cláusula de anulación, que permitiría a la Knéset volver a legislar leyes anuladas por la Corte Suprema de Justicia con una mayoría mínima de 61 diputados.

Además, se propone una legislación que daría al gobierno el control sobre el panel que selecciona a los jueces.

“Hay un intento de amenazar a la corte, de destruirla como institución, de cuestionar su autoridad y sus decisiones”, advirtió Rivlin, quien fue presidente de 2014 a 2021.

“Aunque cada una de estas propuestas merece un debate serio, el problema radica, entre otras cosas, en la retórica y un tono que apesta a venganza y ajuste de cuentas”.

“Se ha cruzado una línea de una crítica seria y respetuosa a la Corte Suprema a la negación de su propia legitimidad. ‘Gobernanza’ no eclipsa todo lo demás. Concentrar todo el poder dentro del sistema político en nombre de la gobernanza es algo muy peligroso”, apuntó.

El expresidente, abogado de profesión y exdiputado del Likud criticó la afirmación de que la esencia de la democracia es que la “soberanía” recaiga en los representantes electos por el pueblo.

“La gobernanza no es el todo. La concentración de todo el poder político en nombre de la gobernanza es algo muy peligroso”, reiteró.

Rivlin admitió que existe una “necesidad urgente de regular la relación entre el poder legislativo y el judicial con una Ley Básica [cuasi constitucional] especial”, pero advirtió a los miembros de la coalición entrante que, si bien “necesitamos reformas, no podemos permitirnos venganzas”.

“Los cambios en la estructura constitucional deben hacerse con sensatez dentro del discurso público, y no precipitadamente para complacer a partidos políticos que no representan a la mayoría del pueblo. Tales cambios no deben ser utilizados como herramienta por los partidos políticos”, enfatizó.

Los cambios judiciales propuestos, en particular la cláusula de anulación, han sido duramente criticados por los rivales políticos de Netanyahu y por destacadas figuras jurídicas.

En la conferencia del lunes, la expresidenta de la Corte Suprema de Justicia Dorit Beinisch advirtió que las reformas previstas pretenden paralizar el sistema judicial. “Un tribunal nombrado por políticos no será independiente”, dijo.

 

una mayoría mínima de 61 diputados.

Además, se propone una legislación que daría al gobierno el control sobre el panel que selecciona a los jueces.

“Hay un intento de amenazar a la corte, de destruirla como institución, de cuestionar su autoridad y sus decisiones”, advirtió Rivlin, quien fue presidente de 2014 a 2021.

“Aunque cada una de estas propuestas merece un debate serio, el problema radica, entre otras cosas, en la retórica y un tono que apesta a venganza y ajuste de cuentas”.

“Se ha cruzado una línea de una crítica seria y respetuosa a la Corte Suprema a la negación de su propia legitimidad. ‘Gobernanza’ no eclipsa todo lo demás. Concentrar todo el poder dentro del sistema político en nombre de la gobernanza es algo muy peligroso”, apuntó.

El expresidente, abogado de profesión y exdiputado del Likud criticó la afirmación de que la esencia de la democracia es que la “soberanía” recaiga en los representantes electos por el pueblo.

“La gobernanza no es el todo. La concentración de todo el poder político en nombre de la gobernanza es algo muy peligroso”, reiteró.

Rivlin admitió que existe una “necesidad urgente de regular la relación entre el poder legislativo y el judicial con una Ley Básica [cuasi constitucional] especial”, pero advirtió a los miembros de la coalición entrante que, si bien “necesitamos reformas, no podemos permitirnos venganzas”.

“Los cambios en la estructura constitucional deben hacerse con sensatez dentro del discurso público, y no precipitadamente para complacer a partidos políticos que no representan a la mayoría del pueblo. Tales cambios no deben ser utilizados como herramienta por los partidos políticos”, enfatizó.

Los cambios judiciales propuestos, en particular la cláusula de anulación, han sido duramente criticados por los rivales políticos de Netanyahu y por destacadas figuras jurídicas.

En la conferencia del lunes, la expresidenta de la Corte Suprema de Justicia Dorit Beinisch advirtió que las reformas previstas pretenden paralizar el sistema judicial. “Un tribunal nombrado por políticos no será independiente”, dijo.

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Enlace Judío – El expresidente de Israel, Reuven Rivlin se pronunció duramente contra los cambios radicales en el sistema judicial planeados por el próximo gobierno, advirtiendo que son un intento de destruir el sistema judicial, aparentemente motivado por “venganza”, informó The Times of Israel.

Rivlin hizo los comentarios en una conferencia celebrada por el Instituto de Democracia de Israel para examinar los cambios propuestos.

La coalición entrante busca aprobar la llamada cláusula de anulación, que permitiría a la Knéset volver a legislar leyes anuladas por la Corte Suprema de Justicia con una mayoría mínima de 61 diputados.

Además, se propone una legislación que daría al gobierno el control sobre el panel que selecciona a los jueces.

“Hay un intento de amenazar a la corte, de destruirla como institución, de cuestionar su autoridad y sus decisiones”, advirtió Rivlin, quien fue presidente de 2014 a 2021.

“Aunque cada una de estas propuestas merece un debate serio, el problema radica, entre otras cosas, en la retórica y un tono que apesta a venganza y ajuste de cuentas”.

“Se ha cruzado una línea de una crítica seria y respetuosa a la Corte Suprema a la negación de su propia legitimidad. ‘Gobernanza’ no eclipsa todo lo demás. Concentrar todo el poder dentro del sistema político en nombre de la gobernanza es algo muy peligroso”, apuntó.

El expresidente, abogado de profesión y exdiputado del Likud criticó la afirmación de que la esencia de la democracia es que la “soberanía” recaiga en los representantes electos por el pueblo.

“La gobernanza no es el todo. La concentración de todo el poder político en nombre de la gobernanza es algo muy peligroso”, reiteró.

Rivlin admitió que existe una “necesidad urgente de regular la relación entre el poder legislativo y el judicial con una Ley Básica [cuasi constitucional] especial”, pero advirtió a los miembros de la coalición entrante que, si bien “necesitamos reformas, no podemos permitirnos venganzas”.

“Los cambios en la estructura constitucional deben hacerse con sensatez dentro del discurso público, y no precipitadamente para complacer a partidos políticos que no representan a la mayoría del pueblo. Tales cambios no deben ser utilizados como herramienta por los partidos políticos”, enfatizó.

Los cambios judiciales propuestos, en particular la cláusula de anulación, han sido duramente criticados por los rivales políticos de Netanyahu y por destacadas figuras jurídicas.

En la conferencia del lunes, la expresidenta de la Corte Suprema de Justicia Dorit Beinisch advirtió que las reformas previstas pretenden paralizar el sistema judicial. “Un tribunal nombrado por políticos no será independiente”, dijo.