Miles de personas se concentraron frente a la Knéset este martes mientras inicia la votación para aprobar el presupuesto estatal del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, informó Haaretz.

Los manifestantes protestaron contra el presupuesto, que prevé enviar miles de millones de shekels a las comunidades ultraortodoxas. Los organizadores de la protesta afirmaron en un comunicado que “no se trata de un presupuesto estatal [que se somete a votación], sino de un asalto a las arcas públicas que destruirá la economía de Israel durante generaciones”.

“En una democracia, los fondos se invierten en el público y en el crecimiento, en las dictaduras el dinero se distribuye entre los cercanos al gobierno. Este presupuesto es un paso hacia la conversión de Israel en una dictadura”, subrayaron.

Anteriormente, activistas del movimiento “Juká Milemata” (“Constitución desde Abajo”) bloquearon brevemente la entrada a la Knéset. Siete manifestantes fueron detenidos por la policía. El movimiento de protesta dijo en un comunicado:

“En lugar de resolver la crisis de la vivienda, invertir en educación y salud, y luchar contra el costo de vida y la creciente violencia, el gobierno está robando el dinero de los ciudadanos”.

“Hacemos un llamado al presidente de Israel a entrar en razón y poner fin a las falsas negociaciones que actualmente están en marcha y exigir la cancelación de la reforma judicial. Si el presidente quiere salvar al país y liderar un proceso histórico con amplios consensos, debe convocar a una asamblea ciudadana integrada por representantes de todas las comunidades del país, que trabajará para sanar la fisura en la ciudadanía y redactar un nuevo contrato social”.

“Creemos que hay más en común que la división entre nosotros. En este momento, cuando estamos en la cima de una crisis nacional, debemos sacar a los políticos de la ecuación, dar el mandato a los ciudadanos para redactar una Constitución y llevar al país hacia un nuevo futuro”.

Previo a la votación, Netanyahu se dirigió a su gabinete para decir a la oposición que “no se haga ilusiones”, ya que su gobierno pretende aprobar el presupuesto y completar su mandato de cuatro años en la Knéset. Aseguró que el plan es alabado por las empresas internacionales de calificación crediticia.

El líder de la oposición, Yair Lapid, rebatió las afirmaciones de Netanyahu sobre las perspectivas positivas que el presupuesto recibió de las empresas de calificación crediticia y añadió que el mandatario está siendo chantajeado por sus socios de coalición.

Lapid enfatizó que, contrariamente a las afirmaciones de Netanyahu de que el presupuesto abordará el alto costo de vida, “este gobierno es terrible para el costo de vida”.

La Knéset celebrará esta noche las dos últimas votaciones sobre el presupuesto estatal para 2023-2024, que incluye siete proyectos de ley.

El órgano legislativo inició el proceso de aprobación el lunes después de que se alcanzaran acuerdos de última hora para asignar fondos adicionales a los partidos Yahadut Hatorá y Otzmá Yehudit. Ambas habían amenazado con votar en contra del presupuesto si no se cumplían sus demandas.

La Knéset debe aprobar el presupuesto antes del 29 de mayo. De lo contrario, según la ley, se disolverá automáticamente y se convocarán elecciones. Por este motivo, el Comité de la Cámara de la Knéset se está preparando para una votación prolongada, tomando incluso la inusual medida de reservar un día más para un debate adicional en caso de que el presupuesto no se apruebe antes de la víspera de Shavuot, el jueves por la noche.

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