El número de conversiones ortodoxas al judaísmo que se han completado con éxito en Israel disminuyó un 5% el año pasado con respecto a años anteriores, a pesar del aumento de solicitudes, informó The Times of Israel.

Los datos, presentados en el informe anual sobre conversiones de la ONG Itim, subrayan múltiples problemas relacionados con las conversiones ortodoxas que afectan a cientos de miles de israelíes, entre ellos muchos inmigrantes de la exUnión Soviética y sus descendientes.

El año pasado se registraron cifras récord de solicitudes de conversiones ortodoxas, con un aumento del 45% respecto al promedio anual de los últimos nueve años, según el informe de Itim. El reporte se publica cada año antes de Shavuot.

Sin embargo, la Autoridad de Conversión expidió solo 2,091 certificados el año pasado. Según el informe, esta cifra representa un descenso del 5% respecto al promedio anual de los últimos años.

Un proceso independiente realizado en el ejército israelí lleva a la conversión con éxito a unas 720 personas al año.

El Ministerio del Interior de Israel reconoce varios tipos de conversiones, incluidas las no ortodoxas, que pueden servir de base para la naturalización en virtud de la Ley del Retorno. Una institución fundada por Itim, llamada Giur K’Halajá, también realiza conversiones ortodoxas reconocidas por el Ministerio del Interior.

Sin embargo, el Rabinato, órgano estatal israelí que regula muchos aspectos de la vida religiosa judía, solo reconoce las conversiones ultraortodoxas que realizan sus jueces rabínicos, principalmente a través de la Autoridad de Conversiones. Todos sus jueces rabínicos son aprobados por el Rabinato, que, según Itim, ejerce un control significativo sobre las acciones de la autoridad.

El diario Israel Hayom informó el martes que el Gran Rabino Ashkenazí de Israel, David Lau, decidió permitir al jefe de la Autoridad de Conversión, el rabino Yehuda Amijai, finalizar las conversiones aprobadas por sus jueces rabínicos. Esta decisión pretende resolver situaciones en las que jueces rabínicos estrictos retrasan el proceso de conversión durante años.

El Rabinato puede negar el servicio a personas reconocidas como judías por el Estado de Israel, pero no según la halajá (ley judía).

Esto tiene implicaciones de gran alcance para los conversos porque no pueden casarse en Israel, donde no existe la opción del matrimonio civil. Los matrimonios judíos solo pueden ser certificados por el Rabinato, que certifica únicamente las uniones de hombres y mujeres judíos. Los matrimonios de musulmanes y cristianos los certifican sus respectivos clérigos.

Los no judíos y los judíos con una pareja no judía pueden contraer una unión civil que les otorga los mismos derechos legales que a las parejas casadas, pero los hijos nacidos de la unión no son reconocidos como judíos.

Esta cuestión afecta a muchos israelíes definidos como “sin religión”, procedentes de la exUnión Soviética y sus descendientes. Muchos de ellos nacieron en Israel, asistieron a escuelas locales y sirvieron en el ejército junto con sus compañeros reconocidos como judíos.

Según el informe, por lo general miembros de este grupo demográfico rechazan la conversión, un proceso que puede durar meses o años que implica estudios intensivos de la halajá, cuestionarios y la circuncisión para los hombres no circuncidados.

Mientras que el número de israelíes “sin religión” creció en más de 100,000 personas desde 2019, debido a la emigración desde Rusia y Ucrania, así como el crecimiento natural de la población en Israel, solo el 0.75% de ellos solicitaron una conversión en 2022.

Esta cifra es casi idéntica al promedio anual de años anteriores, señaló Itim.

“En lugar de reconocer el desafío nacional de medio millón de ciudadanos que se sienten y viven como judíos pero no son reconocidos como tales por la halajá, el Rabinato adopta actitudes rígidas y estrictas que alejan a los conversos potenciales”, dijo en un comunicado el fundador de Itim, el rabino Shaul Farber. “En lugar de adoptar actitudes halájicas aceptadas que reconozcan el interés nacional, debido a la conducta del Rabinato menos de 4,000 personas solicitan la conversión cada año, y de ellas solo la mitad completa con éxito el proceso”, añadió.

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