Las protestas contra la reforma judicial en Israel continuaron este sábado en todo el país por vigésimo segunda semana consecutiva, avivadas por varios arrestos y violencia de la policía durante una manifestación frente al domicilio particular del primer ministro Benjamín Netanyahu el viernes por la noche, informó Haaretz.

Las manifestaciones comenzaron con un minuto de silencio por la muerte de tres soldados israelíes en la frontera con Egipto el sábado en la madrugada.

“No aceptaremos la violencia contra los patriotas israelíes que salieron a protestar. La violencia policial contra los manifestantes en Cesarea y Hadera ayer fue grave y peligrosa. Debe ser investigada”, advirtió líder de la oposición, Yair Lapid en Ramat Hasharon.

Moshé Radman, uno de los manifestantes que fue detenido violentamente frente a la casa de Netanyahu, se dirigió a la multitud en Tel Aviv: “Anoche quedó claro para cualquiera que tuviera dudas que la dictadura no se queda en el Comité de Nombramientos Judiciales ni en las leyes fascistas, y se filtra muy rápidamente en nuestras vidas. … Estos policías, que son nuestros hermanos y hermanas, no son nuestros enemigos”, dijo.

“Sus comandantes no son nuestros enemigos. Pero los comandantes y los comandantes de sus comandantes ven esta brutalidad y este desprecio por el Estado de Derecho que tienen sus responsables. Ven a un ministro del gabinete que fomenta la violencia, a un terrorista convicto que está nombrando a una banda de criminales para que lo protejan”.

La policía detuvo el viernes a 17 de cerca de 300 personas que protestaban frente al domicilio de Netanyahu en Cesarea, y a otros 14 frente a tres comisarías a las que fueron conducidos los detenidos. Según los manifestantes, los enfrentamientos comenzaron cuando la policía intentó desconectar los altavoces que habían llevado consigo. Uno de ellos, con el rostro ensangrentado, dijo que había sido golpeado por un agente de policía.

El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, respaldó a los oficiales que llevaron a cabo las detenciones, diciendo al comisario de policía, Kobi Shabtai, y al comandante de la policía local, Yom Sofer, que “quien ataque a la policía debe ser tratado con tolerancia cero, y nuestro trabajo es proteger a la policía y la democracia”. También pidió “Tolerancia cero con el fenómeno de atacar a la policía y la anarquía”.

La exministra por el Likud Limor Livnat elogió en Tel Aviv a los manifestantes que no temen “aún cuando envían fuerzas especiales de la policía para golpearlos, aún cuando envían a la policía para detenerlos, con el fin de detener esta lucha sin precedentes”. Y añadió: “Yo no he cambiado de postura [política], es Netanyahu quien ha cambiado de tono”.

Unos mil manifestantes marcharon por las calles de Tel Aviv contra la ocupación, conmemorando 56 años de control militar israelí en Judea y Samaria (Cisjordania).

Tras la protesta principal, cientos de personas bloquearon el tráfico en la autopista Ayalón, y encendieron fogatas. La policía se enfrentó a los manifestantes en el lado sur de la autopista; en el lado norte, los bloqueos fueron retirados sin fuerza.

En otras ciudades también se celebraron protestas masivas. Miles de personas protestaron frente a la Residencia del Presidente en Jerusalén, miles en Karkur y unas 1,500 en Rehovot. Cientos más se congregaron en Nes Tziona y frente a la residencia de Netanyahu en Cesarea. En Hod Hasharon, los manifestantes dijeron que les habían arrojado piedras; dos personas declararon haber sido golpeadas.

El general de división (res.) Yom Tov Samia dijo a los manifestantes en Haifa: “La bomba de tiempo no es el enemigo exterior. Son las fisuras y divisiones de la sociedad israelí. Este gobierno no divide y gobierna, sino que divide y controla, como un culto religioso”.

Samia advirtió que Israel enfrenta el peligro de una guerra civil. “Al final, esta lucha se reducirá a un enfrentamiento entre dos bloques fundamentales: aquellos que quieren un Estado judío, democrático y liberal, sobre la base de la Declaración de Independencia, que se enfrentan al bloque ultraortodoxo y mesiánico que quiere un Estado halájico. Intentaremos evitarlo mediante el diálogo. De lo contrario, esta es una receta para una guerra civil dura y amarga”.

Molly Aden, exvicepresidente de Intel Global dijo que la política del gobierno está teniendo un efecto destructivo en la economía. “Las startups están teniendo dificultades para contratar personal, las startups se están registrando en Estados Unidos en lugar de Israel, las empresas de alta tecnología están retrasando su regreso a Israel hasta ver qué pasa”, dijo.

En una declaración conjunta, los líderes de los grupos de protesta pidieron a la oposición “adoptar una postura clara contra la incitación y la violencia” de Simja Rothman y la policía, en referencia a las detenciones del viernes y a un incidente en el que el presidente del Comité de Constitución y Justicia de la Kneset arrebató un megáfono a una manifestante israelí en Nueva York. Rothman, uno de los artífices de la reforma judicial, fue recibido con protestas en Nueva Jersey y Nueva York, donde participará en el desfile anual Celebrate Israel.

“Existe una línea directa entre el discurso incitador de [el ministro de Justicia Yariv] Levin, la violencia del diputado Rothman y la Policía de Israel contra los manifestantes”, afirmaron. “El intento de convertir a Israel en una dictadura está en pleno apogeo, esto es lo que los miembros del gobierno, encabezados por Netanyahu y Levin dicen en todas partes. Cientos de miles de personas llevan 22 semanas enfrentándose a ellos, más decididos que nunca a detener el golpe”.

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