Enlace Judío – Se ha dicho mucho de cómo es retratada la madre judía en la televisión y el cine, del estereotipo que se genera alrededor de ella y cómo este mismo forma parte de cierta identidad judía que se construyó en Estados Unidos en su momento. Sin embargo, poco se dice del padre judío aunque también cuente con su propia representación en los libros y la pantalla. Generalmente se le asocia con una figura autoritaria, represiva, que exige en desmedida a sus hijos, que los aplasta, y muchos son los textos que describen al padre judío de esta forma. Se le ve como un personaje estable, sólido, cuyo papel es ser el ejemplo del orden, la autoridad y la tradición en la familia. Desde Teyve en el El violinista en el tejado hasta Shulem en Shtisel el padre judío es ese individuo al cual sus hijos quieren mucho, pero temen y no pueden hacerlo parte de su vida porque viven un rechazo constante por parte de él.

Este mismo esquema de comportamiento lo vemos reflejado en películas modernas de origen israelí como Pie de página. Muchas veces incluso dentro de estas representaciones se usan referencias bíblicas para aludir a dicha forma particular de ver al padre judío dentro de la tradición. Sin embargo, hay películas con temática judía que se salen del esquema y rompen con el mismo. Una de ellas es Call Me by Your Name (2017) de Luca Guadagnino donde se retrata la relación tan profunda que puede existir entre un padre y su hijo. La película entra dentro del género coming of age muestra la primera relación amorosa que tiene un adolescente de diecisiete años en los tiempos que vivía con sus padres en el norte de Italia.

La película se centra en Elio, el protagonista, y las emociones que desarrolla en ese tiempo. Uno de sus grandes aciertos fue la actuación de Timothée Chalamat que logro captar perfectamente bien la complejidad de su personaje y trasmitir en cada momento las emociones que éste vivía. En cuanto a la cinematografía es una de las películas actuales más placenteras para ver y el lenguaje visual que el director usa es de gran maestría. Nos pone en el centro de belleza en uno de los lugares más bellos de toda Europa, en pleno verano cuando los árboles tienen frutas. Lo hace de esta forma para retratar el idilio del pasado, la naturaleza, incluso el espectador, todo lo que rodea la escena se vuelve parte del enamoramiento que ese joven vive y a su lado sentimos cada instante del desarrollo del mismo.

La música y el arte también son formas en que se construye el lenguaje de la película y que los mismos personajes usan para comunicarse. Como es de esperarse en una película del género coming of age en un momento existe la ruptura del idilio y éste queda envuelto en el recuerdo. Guadagnino es muy hábil para hacernos ver nuestra realidad a través de los contrastes que la fantasía ofrece y nos lleva a aceptar la tragedia de que dicha belleza no exista más que en el recuerdo o la ilusión. Su obra es parecida a la de una tragedia griega nos pone en contacto con aquello que anhelamos, aquello que admiramos, para aceptar la tristeza de quienes somos realmente, del heroísmo que no podemos lograr y al mismo tiempo nos vuelve tan humanos; nos acerca tanto a los que somos en nuestro deseo. No cabe duda que es una de las mejores películas filmada en los últimos años.

Padre e hijo

Una de las escenas más reconocidas de la película es el momento en que Sammuel, el padre de Elio, habla con su hijo. En vez de reprimirlo, como se esperaría, recibe y acepta sus sentimientos y se convierte en una fuerza de apoyo y tranquilidad para Elio. Le ayuda a ver un aspecto de la vida que el adolescente no había visto y lo acompaña en un momento de dolor. Es una imagen muy bella de lo que un padre puede ser para un hijo, de lo que la edad ofrece a través de la sabiduría y de la importancia de aceptar a nuestros seres queridos en momentos de vulnerabilidad.

Al mismo tiempo dentro de la narrativa de la película la escena también muestra (o nos hace vivir) el contraste entre la juventud y la madurez. La realidad que el cuerpo enfrenta cuando envejece. La película entera y el diálogo entre padre e hijo gira en torno al amor, al placer, a la amistad y al contraste entre esos universos. Nos enfrentamos con los ojos de una persona mayor que incluso en su realidad vive estos contrastes aunque sea desde un lugar de menor intensidad, desde otros ángulos. Aunque claramente observa y expresa que hay cosas que se viven únicamente en la juventud; el primer enamoramiento y la sinceridad e intensidad que lo acompañan es una de ellas. Una de las frases más famosas es la siguiente:

“We rip out so much of ourselves to be cured faster that we go bankrupt by the age of 30 and have less to offer each time we start with someone new. But to make yourself feel nothing so as not to feel anything – what a waste!”

“Desechamos tanto de nosotros para curar rápidamente que a los 30 años ya estamos quebrados, y cada vez tenemos menos que ofrecer al empezar nuevamente. Pero forzarte a no sentir como si fueras inconmovible … ¡qué desperdicio!”