El Tribunal Supremo de Justicia dijo que no impediría que los colonos reconstruyan una ieshivá en tierras estatales en la cima de la colina de Homesh, en Judea y Samaria, ubicada entre Nablus y Jenin, pero dejó la puerta abierta para que se presenten más peticiones sobre el asunto, según informó The Jerusalem Post.
Por lo tanto, eliminó el miércoles una petición de 2019 presentada por la organización de izquierda Yesh Din contra la construcción ilegal de una ieshivá en esa cima de la colina, debido a las circunstancias cambiantes en el panorama legal de Israel y en la cima de la colina.
“Ordenamos la eliminación de la petición después de que se haya agotado en su forma actual”, dijo el tribunal.
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Al hacerlo, no tomó medidas para garantizar que los palestinos mantuvieran el acceso a su propiedad en la misma cima de la colina.
Yesh Din recurre al Tribunal Superior
Yesh Din se dirigió a la corte en nombre de los terratenientes palestinos de la aldea cercana de Burka a quienes se les prohibió cultivar sus tierras debido a la presencia no autorizada de la ieshivá de Homesh en su propiedad.
Su argumento decía que la ieshivá construida ilegalmente debería eliminarse en primer lugar por estar en propiedad privada y en segundo lugar porque la Ley de Desconexión de 2005 prohibía la presencia de israelíes en el sitio.
La cima de la colina de Homesh había sido el sitio de uno de los cuatro asentamientos del norte de Samaria que Israel evacuó después de la retirada de Gaza en 2005.
En el último medio año, la ieshivá se reubicó en una pequeña parcela de tierra estatal en la cima de una colina. El estado ha afirmado ante el tribunal su intención de legalizar la ieshivá. El Consejo Regional de Samaria recibió autorización sobre las tierras estatales en la cima de la colina y comenzó el proceso burocrático de legalización del seminario.
La Knéset también derogó la parte de la Ley de Desconexión que impedía a los israelíes acceder a Homesh y a los otros tres asentamientos destruidos de Samaria, que eran Sa-Nur, Ganim y Kadim.
Al desestimar la petición de Yesh Din, los jueces señalaron que no existía ninguno de los argumentos en los que se basaba la petición. Además, declararon los tres jueces, el estado ha prometido garantizar el acceso de los palestinos a sus tierras de cultivo en la cima de la colina.
“Hemos recibido un comunicado del estado explicando que no hay ningún obstáculo para los titulares de derechos antes mencionados. Presumimos que el Estado actuará para garantizar el derecho de acceso mencionado”, indicó.
Políticos de derecha y líderes de los colonos elogiaron la desestimación del caso por parte de la corte como una victoria más en el camino hacia la reconstrucción de los cuatro asentamientos evacuados en 2005, comenzando con Homesh.
El jefe del Consejo Regional de Samaria, Yossi Dagan, quien es un evacuado de Sa-Nur, exclamó: “Por fin, por fin, simplemente se ha hecho”.
“Cuando el gobierno hace una declaración judía y sionista clara e inequívoca, el resultado es claro”, dijo.
“El gobierno anunció que iba a regular la ieshivá. La delirante petición de la extrema izquierda contra Homesh fue, por tanto, arrojada al basurero de la historia”.
“El futuro pertenece ahora a la restauración y reconstrucción de los [cuatro] asentamientos del norte de Samaria”, dijo Dagan.
“La bandera israelí volverá a ondear en los cuatro asentamientos que fueron desplazados en el norte de Samaria, serán reconstruidos y los niños volverán a jugar en las calles de los florecientes asentamientos”, dijo.
Yesh Din, por el contrario, acusó a la corte de ayudar a Israel a expropiar tierras de los palestinos. También advirtió que la autorización de la ieshivá Homesh era solo el primer paso hacia la reconstrucción del asentamiento real.
El martes, dijo, había presentado ante el tribunal dos declaraciones juradas de exjefes del Comando Central de las FDI que habían explicado que la reconstrucción de Homesh “constituiría una carga de seguridad” e implicaría “más violencia y más saqueo de tierras palestinas sin ninguna justificación de seguridad.
“Ni siquiera estos cargos convencieron a los jueces de poner fin al saqueo y la expropiación”, afirmó Yesh Din.
‘La vergonzosa decisión de los jueces supremos es una prueba más del régimen del apartheid que se instaura en los territorios, y que se ha convertido en norma con la aprobación del Alto Tribunal‘, explicó.
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