Enlace Judío – La siguiente semana es Rosh Jodesh Elul, es decir, celebramos el inicio del mes de elul. Éste es un tiempo muy importante dentro del calendario judío, porque se considera un momento de preparación para las grandes festividades (Rosh Hashaná y Yom Kipur). Se considera un tiempo de teshuva (de enmienda) donde tratamos de mejorarnos como personas y tratamos de arreglar cualquier problema que podamos tener con aquellos que nos son cercanos. El perdón, la rectutitud y el amor son tres cualidades que destacan en esta fecha y a las cuales buscamos acercarnos. Los siguientes son tres pensamientos que nos ayudan a prepararnos para el proceso que llevamos en elul.

La base del perdón y del arrepentimiento es la aceptación del dolor

Elul justo llega tras el mes de av. Durante el mes de av trabajamos con el dolor, nos asomamos a los eventos más dolorosos que hemos vivido y los curamos a través de hacer un luto comunitario. Si bien Yom Kuipur ocurre en tishrei (el mes siguiente a elul) es durante elul que nos preparamos para llegar lo más “limpios” posibles a ese día. Por lo mismo desdes elul nos empezamos a preparar para pedir perdón y perdonar. Así como para corregir nuestros actos.

El perdón y el enojo

Lo que a veces uno no se da cuenta es que el enojo nace del dolor y sólo cuando curamos el dolor que nos fue causado es que realmente podemos ver el evento traumático desde otra luz y por lo tanto dejarlo en el pasado. Sólo cuando curamos nuestro dolor es que podemos perdonar a la persona que lo causó, porque sólo en el momento que curamos esa persona deja de representar una amenaza para nosotros y al mismo tiempo también deja de ser doloroso su recuerdo. Por ello para perdonar primero es básico conocer nuestro

El dolor y la enmienda

Así mismo también es necesario poder conocer nuestro dolor para cambiar los comportamientos que nos hacen daño. Quien comete transgresiones a los mandatos divinos lo hace porque considera que no hacen daño, sin embargo, no ve el dolor que le ocasionan sus acciones al hacerlo. Para corregir nuestras acciones primero debemos querer cambiarlas y las podemos cambiar sólo cuando vemos como éstas afectan a quienes nos rodean y a nosotros mismos.

La importancia de aceptar nuestros errores. Buscamos ser mejores, no perfectos

Un gran problema que tienen todas las culturas en épocas de redención y enmienda como esta fecha, es que se enfocan demasiado en la culpa y muy poco en la sanación, que es realmente el sentido de la festividad o el proceso espiritual que se debe llevar a cabo. Es importante ver nuestros errores para superarnos y mejorar, pero si no aprendemos a aceptarlos nunca vamos a superar la culpa que generan. Y la culpa cuando no se cura se vuelve muy nociva, empuja a la persona a odiarse, a volver a pecar o a culpar a otros para evadirla. La culpa se debe también curar. Por eso en estas fechas de redención es básico recordar que nuestro objetivo es la sanación tanto del dolor como de la culpa.

Para lograrlo debemos aprender a aceptar nuestros errores. Ver que también en nuestras equivocaciones se expresó parte de nuestra personalidad y que buscábamos en ellos cosas bellas, por un mal camino, pero bellas. Es básico aceptarnos, porque siempre vamos a tener errores, no existe ser humano que sea perfecto y debemos aprender a vernos y amarnos dentro de nuestra propia imperfección.

La paz se encuentra en la pluralidad y el diálogo

La única forma de realmente establecer una relación con el prójimo, de realmente perdonarlo y llegar a una unidad, es aprendiendo a escuchar y aprendiendo a aceptar la diferencia. Si no somos capaces de ver nuestros errores, nuestros defectos y entender las razones que el otro tuvo para actuar, nunca vamos a ser capaces de establecer sociedades pacíficas, donde la base sea el respeto.