Un grupo de baile argentino que apareció esta semana en la versión argentina del programa de talentos Got Talent Argentina, causó revuelo cuando se acercaron a realizar su número con bailarines vestidos de algodón a rayas con parches amarillos en un baile que giraba en torno al Holocausto, publicó Israel Hayom en su versión en hebreo.
La escalofriante actuación del episodio transmitido el domingo incluyó un baile que comenzó con los bailarines vestidos de algodón, luego algunos de ellos permanecían en el escenario en ropa interior ajustada al cuerpo, mientras que el sonido de fondo incluía los gritos y llantos de bebés en los campos de concentración.
El grupo de baile logró sorprender a los jueces.
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Algunos de los bailarines del grupo son judíos, descendientes de familias con sobrevivientes del Holocausto, y antes de empezar a bailar uno de los bailarines se tomó un minuto para explicar a los jueces y al público el trasfondo de su vestimenta: “Estamos vestidos así porque nuestra coreografía está basada en la Segunda Guerra Mundial y se centra en el genocidio judío. Muchos de nosotros tenemos familiares que fueron víctimas de esta atrocidad y decidimos tocar este tema así en forma de homenaje”.
A los jueces les gustó: en línea menos
Los jueces observaron asombrados el baile de dos minutos y al final coincidieron en su opinión, calificando el número de poderoso y enfatizando la importancia de la memoria, con uno de los jueces elogiando al coreógrafo de la banda por el riesgo que asumió al elegir un grupo de niños para transmitir una historia tan cargada y sensible. “Fue increíble”, añadió otro juez. “Es una gran responsabilidad tratar estas heridas en directo por televisión. Los felicito. Son muy especiales”.
En la red, el baile recibió reacciones encontradas. Mientras que algunos de los navegantes elogiaron el coraje y el desempeño y afirmaron que este es un movimiento que crea conciencia y recuerda el horror que nunca debe olvidarse, otros sintieron que en realidad fue una elección teñida de mal gusto, con muchos miembros de la comunidad judía afirmando que el director de la banda se equivocó al elegir niños para interpretar tal baile (e incluso lo calificó de “movimiento barato”) y que no cumple su objetivo y corre el riesgo de favorecer la trivialización del Holocausto.
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