Mi trayectoria por países latinoamericanos en los marcos de la CEPAL y de UNESCO, además de mi irremediable devoción a los ajetreos académicos, me facilitaron enhebrar amistades y diálogos con no pocos catedráticos, funcionarios gubernamentales y talentosos periodistas de América Latina que hoy examinan con equilibrada lucidez lo que hoy ocurre en el Medio Oriente.

Gracias a estos vínculos he podido preservar hasta hoy una constante comunicación con no pocos académicos y periodistas latinoamericanos que hoy siguen atentamente y con admirable lucidez, lo que hoy ocurre en Israel y, en la región en general.

En este marco y considerando lo que en estos días nos abruma en Israel me pregunté qué singular hecho se verificó entre el actual presidente colombiano Gustavo Petro y el embajador israelí en Bogotá, Gali Dagán cuando se difundieron los primeros signos del conflicto que hoy oscurece al Medio Oriente y, en particular, a mi país.

En este marco y en recientes días el mandatario colombiano, que en su momento acumuló amplia experiencia como guerrillero hostil a personajes e instituciones presuntamente reaccionarias de su país, se enredó en un lastimoso
diálogo con el embajador Dagán.

Petro no vaciló en defender a Palestina y sentenciar a Israel como “genocida”, “despojador”, incluso “nazi”.

Un amplio surtido de espinosos adjetivos al cual el embajador Gali Dagán respondió con no menos groseras palabras.

Lamentable y grosero choque que afectará negativamente los nexos entre Israel y Colombia.

Ambos despedazaron con este grosero diálogo no solo el código diplomático y las normas convencionales que se conocen entre países.

Con sus ásperos planteamientos el presidente colombiano puso en tela de juicio la continuidad de importantes servicios que Israel dispensa a su país, particularmente en el campo de ciberseguridad.

Por otro lado, la grosera actitud del diplomático israelí acentuará las reservas, cuando no las francas censuras, que algunos gobiernos latinoamericanos podrían enhebrar en contra de Israel en días y semanas cercanas.


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