Confieso: nunca antes como ciudadano israelí y como investigador del hacer democrático en no pocas regiones del mundo percibí su rápido debilitamiento en este mi país.

Sostengo: ni crisis económicas y políticas ni repetidos conflictos bélicos nos condujeron en el pasado a esta sombría situación.

Desde el trágico siete de octubre, cuando en tempranas horas de la mañana líderes políticos y militares tuvieron noticia sobre la agresión desde Gaza, la dispar coalición que hoy nos gobierna ha revelado hasta aquí una helada indiferencia a la condición de los más de cien rehenes en manos del Hamás.

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Y a esta torpe actitud se suman el frío desprecio gubernamental a las masivas manifestaciones de protesta amén de no pocos errores y visibles distancias en los nexos internacionales del país, con Estados Unidos en particular.

Benjamín Netanyahu es el principal actor en este sombrío escenario. Dirige y anima una coalición con personajes que elevan diariamente el nombre de Jehová al tiempo que revelan distancias y frialdad a amplias y justas expresiones de civil y humana protesta.

Torcida actitud a la que se suman actividades militares en Gaza y en la frontera libanesa con un costo de más de trescientos jóvenes soldados muertos hasta aquí amén de la desocupación de sesenta mil familias de
sus hogares en la frontera norte.

Resultados: repetidas protestas multitudinarias que exigen un nuevo juego electoral con la esperanza de que por fin conducirá al cambio de gobierno, a la equidad en el servicio militar al país, y a equilibrados y lúcidos nexos con múltiples países, incluyendo los latinoamericanos, que hoy reclaman lucidez y equilibrio de Israel en y con el mundo.

Trascendental y decisivo escenario, a mi ver, que de momento Bibi y su desequilibrada coalición apenas entienden. Con claridad se refleja en justas y masivas protestas en el país y en tensas relaciones internacionales.

¿Conocerá Netanyahu el fin de su liderazgo gubernamental?

¿Aceptará la ortodoxia rabínica tomar parte activa, más allá de protestas y plegarias, en la defensa de nuestro país?

¿Entienden los judíos en el mundo que no solo la legítima existencia de Israel conoce hoy severo examen?

Interrogantes que en estas horas me oprimen.

¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo? ¿Con qué costo? ¿A quién importa?

Interrogantes que hoy nos abruman.

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