En 2005, después de la muerte de Yasser Arafat, Abbas se convirtió en el presidente de la Autoridad Nacional Palestina y desde entonces ha desempeñado un papel importante en la promoción de los intereses palestinos en la comunidad internacional.
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Durante su mandato, Abbas ha abogado por la solución de dos estados, defendiendo la creación de un estado palestino independiente junto a Israel, con Jerusalén Oriental como su capital.
Sin embargo, las negociaciones de paz han enfrentado numerosos obstáculos por diferentes motivos y los avances para lograr una paz genuina han sido en los últimos años prácticamente inexistentes.
La presidencia de Abbas ha estado marcada por tensiones internas, especialmente con el grupo político rival Hamás, que controla la Franja de Gaza.
Estas divisiones políticas han dificultado la unidad palestina, el hecho de que los palestinos no se expresen a una sola voz, así como la elección del terrorismo como método de lucha por parte de Hamás, ha obstaculizado los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica al conflicto palestino-israelí.
A lo largo de su carrera política, la figura de Mahmoud Abbas ha tenido diversos contrastes; por un lado ha recibido numerosos reconocimientos y por el otro ha enfrentado críticas y ataques de cientos de palestinos que cuestionan su capacidad para gobernar, además de argumentar que Mahmoud Abbas no representa sus intereses, poniendo en duda su liderazgo y sus estrategias para lograr la independencia palestina.
Al momento de grabar este reportaje y ya como un hombre mayor, Abbas continúa liderando la Autoridad Nacional Palestina siendo una figura prominente en la política de la región.
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